En días pasados más de 600 maestros de la Sierra de Zongolica pararon actividades ante la inseguridad que se vive en aquella zona. Denunciaron que al menos seis de sus compañeros fueron secuestrados y que los delincuentes los extorsionan exigiéndoles “cuotas”.
El pasado 15 de septiembre el secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, dijo que el fenómeno de inseguridad en la Sierra de Zongolica estaba “controlado” y que los maestros contaban con la seguridad de la protección policiaca.
Dos días antes, el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, había dicho que el problema estaba resuelto y en casi todos los municipios serranos se habían restablecido las clases, sólo restaban dos que se normalizarían “en cuestión de horas”.
“Desde el primer día de la problemática se les atendió, hacemos recorridos y los acompañamos en caravanas hasta sus centros de trabajo y de regreso también; tenemos retenes y todo eso” indicó el funcionario. Algo así como tranquilos, no pasa nada.
Por su parte, el secretario de Educación de Veracruz, Enrique Pérez Rodríguez, admitió que los profesores dejaron de acudir a las aulas por temor a la inseguridad, pero dijo que todos habían retornado a sus labores.
El funcionario agregó que no tenía reporte de seis docentes desaparecidos, cosa que no es de extrañarse en este distraído señor, que 24 horas después del asesinato de dos maestras de educación indígena, dijo que no tenía conocimiento del hecho.
Bien, de acuerdo con los tres funcionarios, no pasa nada en la Sierra. Pero sí pasa y mucho.
Los maestros no se han presentado a laborar porque a pesar de la protección policiaca, siguen los secuestros y extorsiones.
Durante el Foro Estatal sobre Educación que se llevó a cabo en Boca del Río el 11 de este mes, el maestro de Telesecundaria Juan Feria Lechuga, dijo que a pesar de la estrategia que establecieron las autoridades a partir del 4 de septiembre para proteger a los docentes, la inseguridad continúa ya que al día siguiente de que se implementaron las “caravanas” secuestraron a dos docentes.
“Los delincuentes no nos hacen nada cuando vamos en caravana protegidos por elementos de la SSP, pero ya nos conocen e incluso saben dónde vivimos. Saben que los policías no nos cuidarán todo el día y cuando estamos solos nos paran y nos exigen su cuota para no secuestrarnos”, me dijo un maestro de aquella zona.
Agregó que se debe implementar un plan más efectivo para acabar con el problema porque no hay personal policiaco para cuidar a cada uno de los más de 600 maestros que viven y laboran en aquella zona.
“No es que no queramos dar clases, es que tenemos miedo. El gobierno estatal hace su parte pero no es suficiente. Además, no confiamos mucho en los policías estatales y estamos pidiendo el apoyo de la Marina o de los soldados. Ahorita la ‘cuota’ que nos piden (los delincuentes) varía entre los 300 y los 500 pesos, pero va a llegar un día en que pidan más y entonces, qué vamos a hacer”, comentó.
Dijo que para Rogelio Franco y Jaime Téllez Marie es muy fácil decir que el problema ya se controló “Pero no es así, el problema ahí está y lo vivimos casi a diario. Yo los invito a que vayan a la sierra de Zongolica para que vean cómo nos extorsionan y nos secuestran y luego hablamos. En serio, los invito a que vayan”, finalizó el maestro.
