Xalapa, Ver.- Morena, el partido que llevó a la presidencia de México a Andrés Manuel López Obrador, está desactivado y desarticulado, aseguró Gibrán Ramírez Reyes, aspirante a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del partido. A poco más de dos años de haber obtenido el triunfo más importante de su historia, Morena, dijo, ha dejado de tener vida colectiva debido a la parálisis y la lucha de fracciones que presenta.
"Yo aspiro a terminar con esa dinámica de parálisis y lucha y a construir una institucionalidad, sin dejar de ser movimiento, y a buscar a los mejores entre la gente decente para ir a ganar las elecciones en el 2021 y el revocatorio en el 2022".
Entrevistado durante su visita a Xalapa como parte de una gira con militantes y simpatizantes del partido, Ramírez Reyes se dijo confiado en que su partido volverá a obtener la mayoría de puestos en las próximas elecciones, no obstante, destacó que es necesario preguntarse a quienes llevarán al poder.
"No tenemos ninguna duda de que vamos a ganar estas elecciones, la pregunta es cómo, ¿con oportunistas y "chapulines" o generando métodos de elección confiable para elegir entre gente común que sea primordialmente "gente decente"?", cuestionó.
Previo al evento que se llevó a cabo en el Hotel Xalapa, el joven aspirante reconoció que a nivel nacional hay muchos militantes que se han sentido "desilusionados" y hasta "traicionados" por Morena ya que el partido que aspira dirigir no solamente ha dejado solo al presidente López Obrador en la arena pública, sino que ha dejado también ha abandonado a la gente en su reclamo en un buen gobierno a nivel estatal y municipal.
Añadió también que la gran expectativa que la ciudadanía tenía en los gobiernos de Morena -tanto a nivel estatal como federal- ha llegado a perjudicarles ya que dijo, este fue resultado de la falta de responsabilidad del partido sobre los cargos de sus servidores públicos electos. Sobre el proyecto que tiene para dirigir al partido, Ramírez Reyes precisó que este contempla dos tipos de tareas: las urgentes y las de futuro.
Entre las primeras, señaló, se encuentra la elección de un método confiable para elegir candidatos que deje en igualdad de circunstancias a todos los que quieran competir y que no se convierta en un "sistema de reparto de candidaturas por cuotas para fracciones, tribus o jefaturas políticas".
Además, dijo, se tiene que construir un departamento de encuestas, una coordinación nacional de diálogo permanente con movimientos sociales y sindicatos y hay que reenfocar el trabajo del Instituto Nacional de Formación Política de Morena para que no solo se dedique a dar cursos de historia y de neoliberalismo sino también ayude a los políticos una vez logrados los cargos de elección.
"Una labor adicional que le corresponde a Morena es generar programa, eso es algo que no hemos estado haciendo. Tenemos que generar un programa de futuro para cuando López Obrador no esté en la presidencia de México, para consolidar la cuarta transformación de la vida política de México, dar la batalla y sobre todo ser un acompañamiento de la política del presidente sin estar subordinado de manera administrativa ni empalmar las gestiones del gobierno y del partido".
Finalmente, respecto a las críticas de que es muy joven para dirigir al partido, Gibran Ramírez aseguró que 30 años son más que suficientes para aspirar al cargo y precisó que lleva la mitad de esos militando en esta identidad política.
"Comprendo lo que funciona en Morena, lo que no funciona, lo que le duele y soy el único que ha presentado un programa para ponerle remedio a sus problemas. Creo que parte del cambio es el relevo generacional que implica considerarnos de manera igualitaria y poner nuestras ideas sobre la mesa sin importar la edad que tengamos. Así como dicen que soy muy joven otros pueden decir que don Porfirio es muy mayor y creo que el debate no tiene que ser ese", concluyó.
