“La sierra de Santa Martha siempre se ha caracterizado por su variada flora y fauna, pero en los últimos años sus recursos naturales han disminuido, pues la inserción de actividades agrícolas y ganaderas ha hecho que se pierda parte de la biodiversidad”, relató Tania de Jesús Arizmendi Ficachi, estudiante de la Universidad Veracruzana-Intercultural (UV-Intercultural) sede Las Selvas.
Asesorada por la docente Nancy Margiel Pérez Salazar, la alumna de la Licenciatura en Gestión Intercultural para el Desarrollo realizó, junto con sus compañeros, el proyecto “Diagnóstico regional de iniciativas agroecológicas, de cuidado ambiental y defensa del territorio en la sierra de Santa Marta, Veracruz”.
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El trabajo tuvo por finalidad recolectar información, identificar, analizar y sistematizar los conocimientos adquiridos, a fin de formar un diagnóstico regional que muestre la importancia y las técnicas para el cuidado del medio ambiente y la defensa del territorio.
“La sierra de Santa Martha se encuentra en la zona sur de la reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas y tiene un valor fundamental para las urbes de la región, porque dota de agua a las ciudades de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque”, compartió Tania Arizmendi.
Dentro de la sierra se ubican varias localidades, entre ellas: Palma Real, Tonalapan, El Rubí, Huazuntlán, Amamaloya, San Fernando y Mazuniapan, donde habitan campesinos indígenas popolucas y nahuas con cosmovisiones arraigadas que influían para que la naturaleza fuera preservada.
Sin embargo, muchas de las prácticas agroecológicas que llevaban a cabo se han visto modificadas por la modernidad, el desarrollo de las comunicaciones y el crecimiento de urbes como Coatzacoalcos y Minatitlán, hechos que transformaron los sistemas productivos y las formas de organización social, lo que devastó la riqueza natural de la región.
La estudiante explicó que junto con sus compañeros identificaron las principales problemáticas de la sierra de Santa Martha: el deterioro del medio ambiente y la defensa de la tierra por parte de las comunidades.
Posteriormente realizaron un mapeo de organizaciones, colectivos, cooperativas y personas que llevan a cabo iniciativas agroecológicas, de protección del territorio y cuidado medioambiental, a quienes entrevistaron para obtener información sobre sus actividades.
Con los datos recopilados, encontraron que las iniciativas engloban distintas acciones: establecimiento de centros ecoturísticos, cooperativas de apicultores, promoción de los derechos de pueblos indígenas, producción de café orgánico y de limón, entre otras.
Al final, los estudiantes de la UV-Intercultural diseñaron propuestas para mejorarlas, con el objetivo de aumentar sus ingresos económicos y disminuir la migración de personas jóvenes, característica de la región.
Tania Arizmendi elaboró un video en el que muestra el trabajo realizado con sus compañeros en el diagnóstico, como parte de las actividades de la experiencia educativa Comunicación Oral y Escrita, a cargo del catedrático Jaime Mondragón Melo; la producción audiovisual está disponible en https://cutt.ly/EX77JPo
Para ella la UV-Intercultural representa una segunda casa, donde se forma bajo un sistema único que le permite tener acercamiento con personas y comunidades, y le ayuda a sensibilizarse y comprender las diversas realidades.
“Los actores sociales no son instrumentos a los que se les puede sacar información, sino seres vivos que nos comparten parte de su vida, y con ello nos dan la oportunidad de entender la importancia de un entorno plural”, concluyó.
