Trabajar como taxista en Xalapa es una labor estresante y muy complicada, señalan ruleteros de esta ciudad. Lo anterior, precisan, se debe a que hay más de 12 mil taxis en circulación y a la reparación o rehabilitación de calles y avenidas que provocan bloqueos o congestionamientos en diversos puntos.
Otra situación consiste en la competencia desleal, pues dicen que hay particulares que prestan el servicio de forma irregular a través de plataformas digitales.
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Gastón trabaja un taxi Nissan Versa que obtuvo a principios de 2020 por medio del sistema de autofinanciamiento. Cada semana se ve obligado a pagar casi mil 780 pesos y su deuda la liquidará a finales de octubre del 2024.
El vehículo le saldrá en aproximadamente 448 mil pesos, más del doble de su valor original. Durante el primer año no tuvo mayores complicaciones, pero a causa de la pandemia por Covid-19 los ingresos cayeron drásticamente y hubo días en los que no pudo pagar puntual.
En esas ocasiones, señala, personal del autofinanciamiento le llamaba hasta más de 50 veces al día para pedirle que se pusiera al corriente, desde las 6 de la mañana y hasta las 10 de la noche. A la fecha, señala, va al corriente en sus pagos, aunque con muchas complicaciones.
Luego, agrega, comenzaron a relajarse las medidas contra Covid-19 y aunque pensó que sería una oportunidad para reponerse, la realidad es otra, pues el cierre de calles y avenidas por obras no permite que él, al igual que los demás taxistas, pueda desplazarse a tiempo.
¿Por qué dicen que Xalapa está repleta de taxis?
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Adrián también es taxista y señala que hay mucha competencia entre transportistas regularizados, pues pueden verse en circulación vehículos con números económicos superiores a los 11 mil; "Xalapa está repleta de taxis", dice.
Además, a través de plataformas digitales hay particulares que brindan el servicio y lo ganan fácilmente porque incluso lo otorgaron en vehículos de lujo, como los BMW.
En su caso, señala, maneja un Nissan Tsuru modelo 2017 y aunque lo trae en buenas condiciones dice que hay pasajeros que prefieren modelos más atractivos y recientes.
Las horas "buenas", cómo les dicen ellos, son entre 6 y 9 de la mañana, 2 y 4 de la tarde y después de las 7 de la noche, cuando son entradas y salidas de escuelas y centros de trabajo.
La desconfianza entre pasajeros también provoca que en ocasiones los servicios no puedan llevarse a cabo, pues hay mucho taxi sin placas y sin empadronar que de plano son rechazados por aquellos que más cuidan su integridad, de acuerdo con el taxista.
