Recuerdo aquel cuento que escribió Manuel González Zeledón en donde el señor Cornelio se sentía orgulloso de sus pequeñas gemelitas blancas y rosadas que contrastaban con los rasgos de Cornelio con piel maltratada y oscura, tenía los talones rajados, al igual que su esposa que tampoco era rubia y que le atribuían ese milagro al “clis de sol”, y como dice el cuento, precisamente en esos días en que resultó embarazada la mamá, había llegado al pueblo un extranjero con los rasgos físicos como el de las pequeñas gemelitas, y las habladurías de la gente no cesaban.
Esta historia, como decía el autor, quien argumentaba que no era cuento, ha venido a mi mente por acercarse un eclipse de sol que se verá parcialmente en nuestro estado este día. A lo que he escuchado a muchas mujeres, entre ellas amigas, familiares, desconocidas, quienes argumentan que este día es el preciso para cortarse el cabello, para iniciar ciclos, hasta para conseguir novios y otros tantos temas que se escuchan hasta hechizos.
Desde épocas ancestrales los eclipses han sido objeto de creencias ya que realmente después de todo es muy extraño que en medio del día y la brillantez del sol se haga de noche, lo que nuestros antepasados se lo atribuían a las cosas paranormales o los castigos divinos.
De hecho, los egipcios pensaban que cuando existía un eclipse el sol era devorado y que cuando reaparecía era un sol nuevo. En la cultura china se pensaba que era un dragón el que devoraba el sol durante los eclipses.
En la mitología mexicana se cree que las estrellas que brillan alrededor del sol son mujeres descarnadas o tzitzimime con garras y ojos en sus articulaciones y que aprovecha la oscuridad para comerse a los humanos. Durante los eclipses los mexicas ofrecían sacrificios de personas albinas en honor a los dioses.
Hasta la fecha las personas adultas creen que se pierde peso, otra de las mayores creencias por varias culturas ha sido que si preparas comida durante un eclipse, ésta se envenenara. También existe la creencia que durante un eclipse seremos bombardeados por rayos x, las embarazadas no deberían mirar el eclipse porque su bebé sufrirá daños, ya que desde la época de nuestras abuelas se les recomendaba a las embarazadas un listón rojo alrededor de su vientre con 4 nudos, de lo contrario el bebé nacería con labio leporino; otra creencia es que los eclipses están fuertemente relacionados con los terremotos. Todo esto causaba temor entre la población.
Sin embargo, hoy en día, por la tecnología con la que cuenta la humanidad, sabemos que un eclipse solar es un fenómeno astrológico que se produce por la traslación de la luna que oculta el sol total o parcialmente por algunos minutos.
Sin embargo mujer, si tú te sientes bien cortándote el cabello o iniciando un ciclo, comenzando un noviazgo o cualquier otra cosa que quieras realizar este día, hazlo, no te quedes con las ganas.
Arréglate, perfúmate, sal y disfruta del día, y si hay eclipse disfrútalo, pavonéate, muéstrate y demuéstrale a todos lo fuerte que eres y lo orgullosa que te sientes por ser mujer, porque este es “el tiempo de las mujeres”.
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