Destaca el presidente López Obrador que hechos como la masacre vivida en Minatitlán tienen su origen en la corrupción de los gobiernos pasados. En parte tiene razón, pero a final de cuentas eso sólo es prosa; la realidad es que ya va para medio año su gobierno y la inseguridad está peor que antes.
La violencia se ha convertido en una historia sin fin y, de seguir el gobierno actual como va —sin una estrategia que sea efectiva, más allá de la Guardia Nacional—, entraremos a los terrenos peligrosos de la inconformidad social manifestada de formas no vistas.
La gente ya expresó su repudio a la corrupción mediante el voto. ¿De qué manera podría manifestarse si los problemas que lo dañan en su seguridad y en su economía continúan pese a la pretendida honestidad de ahora?
Por lo pronto, tras la matanza ocurrida en Minatitlán, pareciera que se toma el mismo camino que en acciones criminales similares.
¿Qué queremos decir con lo anterior? A lo mejor pronto veremos detenidos, incluidos algunos cabecillas de cárteles y entonces nos dirán que se hizo justicia. Pero semanas después otros sicarios tomarán su lugar y los secuestros, las extorsiones y los asesinatos continuarán en Minatitlán y toda la zona sur, como sucede también en poblaciones del centro y norte del estado.
No ha sido de otra forma desde hace años. Y un ejemplo claro y reciente es el de Coatzacoalcos. Tras el asesinato de una familia con todo y niño —se dijo que el padre estaba involucrado en el crimen organizado— las autoridades por fin decidieron actuar y detuvieron a quien en todo Coatza y el resto del sur de la entidad sabían que era el capo, una persona conocida como Comandante H. Bien por esa aprehensión, ¿pero qué pasó después?, ¿a poco disminuyeron los índices de criminalidad? No. Como vemos ahora tras lo de Mina, están peor.
¿Y a poco en el Ejército, la Marina, Seguridad Pública y en la Fiscalía no sabían desde antes quiénes son los causantes de esa violencia en Minatitlán, Coatzacoalcos, Jáltipan, Cosoleacaque, Agua Dulce, Las Choapas, Acayucan, Oluta, San Juan Evangelista, Sayula y demás poblaciones de esa región?
Diputada reparte condones con su nombre
A la diputada federal Paola Tenorio Adame se le ocurrió, en estos días, ir a la playa de Montepío a regalar condones. Dice que esto es en respuesta a las alarmantes cifras de personas que contraen VIH, SIDA y ETS o se embarazan sin planificarlo.
“Apostemos por la prevención y el cuidado a la salud. Cuidemos a nuestra pareja y vivamos plenamente con cordura y, repito, responsabilidad, escribió en su red social la diputada.
Lo que ya no dijo la legisladora es que etiquetó los condones —se afirma que son de la Secretaría de Salud— con su nombre.
Por supuesto que hubo críticas para la diputada y reproducimos una de ellas:
“Que alguien le diga a la Diputada Federal Paola Tenorio Adame que la ciudadanía de su distrito pide acciones contundentes, gestiones verdaderas y no andar regalando condones del sector salud en las playas y peor aún, poniéndole un etiquetado con su nombre en la envoltura. ¿Eso es legislar? ¿Pues cuánto le habrán costado esos condones? Que esa chamba se la deje a la Jurisdicción Sanitaria que año con año lo viene realizando en conjunto con el colectivo LGBTI”.
“Así se hubiese movido cuando varios municipios de su distrito sufrieron inundaciones, cuando menos a regalar despensas. En fin. Y es que nadie dice que la acción de preservar la salud es buena, simple y sencillamente se le critica su paupérrimo trabajo en la legislatura federal”.
