A cada publicación que aparece sobre ejecutados, secuestrados y manifestaciones ciudadanas exigiendo seguridad, siempre hay respuestas de gente que defiende a los gobiernos municipales, estatal y federal de Morena.
Los defensores de los gobernantes de Morena sienten que quienes hacen las publicaciones de esos hechos negativos atacan a los que hoy encabezan esas administraciones.
Por ejemplo si aparecen imágenes de una calle sucia en Xalapa en la que no son mencionados ni el alcalde Hipólito Rodríguez ni el gobernador Cuitláhuac García ni el presidente Andrés Manuel, las reacciones de sus defensores son en el sentido de que los anteriores gobiernos no resolvieron los problemas a pesar de que estuvieron 80 años en el poder.
Para esos morenistas defensores no hay explicación ni razonamiento en el sentido de que la limpieza forma parte de un programa diario y ordinario que está presupuestado desde que inicia el año.
En ese caso no se le pide a la autoridad una gran obra ni un trabajo extraordinario, simplemente que haga su trabajo elemental, pero los defensores justifican lo que no hace la autoridad morenista diciendo que quienes gobernaron antes no resolvieron los problemas, que dejaron un desastre, que se gastaron el dinero, etcétera…
Algo similar pasa si se publican secuestros, asaltos, levantones, asesinatos o manifestaciones como los que han hecho habitantes de Coatzacoalcos y Minatitlán, quienes tienen miedo por la inseguridad y la violencia y le exigen al gobierno que les dé garantías para sentirse seguros en las calles e incluso en sus casas.
Podría entenderse la actitud de los defensores morenistas que quieren que sólo se festeje que ya no gobiernan el PAN ni el PRI y que se diga todo lo bueno que prometieron en campaña y que siguen anunciando los gobiernos de la cuarta transformación.
Podría aceptarse la molestia cuando creen que las publicaciones de los hechos son ataques, pues muchos de esos morenistas defensores son fieles seguidores de su líder y creen en todo lo que les dice.
Pero cuando una diputada acusa a los medios de comunicación de presionar al gobierno para que resuelva los problemas de inseguridad, el asunto es para preocuparse.
Sobre todo porque se trata de una legisladora que durante su campaña presumió que es abogada, comprometida y responsable. Ofreció garantizar la separación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y dijo que el Congreso local dejará de ser un aplaudidor de medidas ejecutivas.
Pues parece que la diputada Adriana Paola Linares Capitanachi, quien por cierto está identificada con el grupo de Manuel Huerta, se enojó porque la prensa presiona a su gobernador.
Circula un video en redes sociales en el que ella evidencia su molestia porque los medios presionan para tener resultados.
Se quejó directamente de que la reportera que la cuestionó, de que hacía demasiada presión al pedir que en 17 días haya resultados. Esto a pesar de que le dijeron que quienes presionan son los ciudadanos, es la sociedad, es la gente que vive con miedo incluso dentro de su casa.
Según ella se está trabajando e insistió en que es demasiada la presión de los medios.
La Legisladora por el distrito de Poza Rica, que ya en elección pasada contendió por el mismo cargo, cuando la derrotó el perredista José Kirsch, ha de querer que nadie publique las ejecuciones, los asaltos, los secuestros y demás hechos violentos que ocurren por distintos rumbos de la geografía veracruzana.
Ayer, por ejemplo, dos sucursales de Banamex fueron asaltadas, una en Coatepec y otras en Coatzacoalcos. En el Pueblo Mágico, los delincuentes rociaron con gasolina a los clientes.
Tal vez ella no ha sido víctima de secuestro ni de asalto y por eso no quiere que el gobernador sea presionado para que atienda ya el problema de inseguridad y de violencia en el estado.
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