/ domingo 10 de diciembre de 2023

El gran reto es cambiar

La evolución, la cronología, las supersticiones, los dogmas, la fe, las creencias, el amor y el desamor, los encuentros y desencuentros, los cambios de postura mental, todo ello y más se reflejan año tras año y ahora con mayor intensidad que antes.

Todo ser humano es un ente evolutivo, volitivo, cambiante, necesitado, transformado, renacido, reencarnado -no todos- pero en el fondo la diversidad de pensamientos hacen la diferencia en contra o a favor de la propia vida. Somos tan mundanos como el que más, ello explica la honestidad o la hipocresía de todo ser humano ante su propio entorno, yo no creo en la gente perfecta, creo en la perfectibilidad de nosotros, de algo de alguien, pero no en los baños de pureza en donde se acostumbra auto-alabarse y decir: yo soy bueno, incorruptible, bondadoso, cariñoso, transparente, vaya, vaya, casi y ando sudando agua bendita. ¡Que falsedad!

Todo ser humano se va formando o en su caso deformando con el transcurrir del tiempo y de las vivencias por las cuales uno tiene que atravesar en la vida, tenemos preferencias, y hoy más que nunca se implanta el: ¿estás conmigo o en mi contra? Y no lo acepto de tal manera, ya que en un mundo polarizado, por no decir lleno cochambre, polución de todos tipos e intereses de toda clase, resulta imposible ser impolutamente escrupuloso, ni los santos de las catedrales tuvieron historias de tal modo. Incluso a Jesucristo le decían que era el demonio, que expulsaba los mismos en el nombre de Belcebú.

Cristo se enojó con los fariseos, les intoleraba el oírlo decir que eran unos farsantes, además él expulsó a los mercaderes del templo, habían hecho de la casa de Dios un súper mercado. Liberó a los pajarillos que estaban presos en sus jaulas, curó gente en el día que no se debía aliviar ni un dolor de cabeza, a Cristo le aplicaron el “legalismo absoluto”, y al mismo tiempo el juicio sumario más perverso en su contra, al darse la elección directa entre él y el ladrón y asesino Barrabás, es bíblico que en éste caso la gente no eligió al impoluto Jesucristo, sino al corrupto, cínico, criminal y perverso Barrabás. Es reflexión.

Cambio, en inglés es “Change”, tan repetido por los políticos yanquis, pero ahora se le debe aunar la tremenda y feroz lucha entre capitalismo, socialismo, básicamente, y los matices que le correspondan: dictaduras, guerras, guerrillas, tráfico de armas, de personas, de enervantes, y los esclavismos vistos en los flujos migratorios que nos invaden desde países poco afortunados y mal gobernados. Cambiar es un dilema, podremos cambiar de ropa, de zapatos, de look, pero de ideas es un tanto difícil, y más cuando éstas están tan arraigadas a manera de doctrinas, fanatismos, ideologías u otras mascaras a modo.

Un día tomé la decisión de no volver a fumar, y lo dije junto con otros 3 amigos, me voltearon a ver y me dijeron: ¿pues qué, te vas a morir?, ya que en mi expresión decreté “es el último cigarrillo que me fumo”, y lo fumé con toda pasión. En lo sucesivo y hasta la fecha no fumo en lo absoluto, ése es un pequeño gran ejemplo de una decisión con cambio.

Lo que resta de éste año 2023, y lo que sigue de la mitad del 2024 es de una dinámica electoral y proselitista sin comparación alguna. PRI, PAN, PRD, contra Morena, Verde, PT, y demás aliados, así como un movimiento ciudadano que Dante Delgado patrocina. Viene el cambio, se requiere el mejor proyecto, las ideas funcionales; “no a los fariseos, no a los Barrabás”.

La evolución, la cronología, las supersticiones, los dogmas, la fe, las creencias, el amor y el desamor, los encuentros y desencuentros, los cambios de postura mental, todo ello y más se reflejan año tras año y ahora con mayor intensidad que antes.

Todo ser humano es un ente evolutivo, volitivo, cambiante, necesitado, transformado, renacido, reencarnado -no todos- pero en el fondo la diversidad de pensamientos hacen la diferencia en contra o a favor de la propia vida. Somos tan mundanos como el que más, ello explica la honestidad o la hipocresía de todo ser humano ante su propio entorno, yo no creo en la gente perfecta, creo en la perfectibilidad de nosotros, de algo de alguien, pero no en los baños de pureza en donde se acostumbra auto-alabarse y decir: yo soy bueno, incorruptible, bondadoso, cariñoso, transparente, vaya, vaya, casi y ando sudando agua bendita. ¡Que falsedad!

Todo ser humano se va formando o en su caso deformando con el transcurrir del tiempo y de las vivencias por las cuales uno tiene que atravesar en la vida, tenemos preferencias, y hoy más que nunca se implanta el: ¿estás conmigo o en mi contra? Y no lo acepto de tal manera, ya que en un mundo polarizado, por no decir lleno cochambre, polución de todos tipos e intereses de toda clase, resulta imposible ser impolutamente escrupuloso, ni los santos de las catedrales tuvieron historias de tal modo. Incluso a Jesucristo le decían que era el demonio, que expulsaba los mismos en el nombre de Belcebú.

Cristo se enojó con los fariseos, les intoleraba el oírlo decir que eran unos farsantes, además él expulsó a los mercaderes del templo, habían hecho de la casa de Dios un súper mercado. Liberó a los pajarillos que estaban presos en sus jaulas, curó gente en el día que no se debía aliviar ni un dolor de cabeza, a Cristo le aplicaron el “legalismo absoluto”, y al mismo tiempo el juicio sumario más perverso en su contra, al darse la elección directa entre él y el ladrón y asesino Barrabás, es bíblico que en éste caso la gente no eligió al impoluto Jesucristo, sino al corrupto, cínico, criminal y perverso Barrabás. Es reflexión.

Cambio, en inglés es “Change”, tan repetido por los políticos yanquis, pero ahora se le debe aunar la tremenda y feroz lucha entre capitalismo, socialismo, básicamente, y los matices que le correspondan: dictaduras, guerras, guerrillas, tráfico de armas, de personas, de enervantes, y los esclavismos vistos en los flujos migratorios que nos invaden desde países poco afortunados y mal gobernados. Cambiar es un dilema, podremos cambiar de ropa, de zapatos, de look, pero de ideas es un tanto difícil, y más cuando éstas están tan arraigadas a manera de doctrinas, fanatismos, ideologías u otras mascaras a modo.

Un día tomé la decisión de no volver a fumar, y lo dije junto con otros 3 amigos, me voltearon a ver y me dijeron: ¿pues qué, te vas a morir?, ya que en mi expresión decreté “es el último cigarrillo que me fumo”, y lo fumé con toda pasión. En lo sucesivo y hasta la fecha no fumo en lo absoluto, ése es un pequeño gran ejemplo de una decisión con cambio.

Lo que resta de éste año 2023, y lo que sigue de la mitad del 2024 es de una dinámica electoral y proselitista sin comparación alguna. PRI, PAN, PRD, contra Morena, Verde, PT, y demás aliados, así como un movimiento ciudadano que Dante Delgado patrocina. Viene el cambio, se requiere el mejor proyecto, las ideas funcionales; “no a los fariseos, no a los Barrabás”.