/ martes 13 de febrero de 2018

Las mujeres y las niñas en la ciencia

Fue apenas en 2015 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Entre algunos de los objetivos es el de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia de las mujeres y las niñas; y es que, la brecha de género en la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM) se mantiene en todo el mundo a pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior es cada vez más representativa.

De acuerdo con la ONU, debido a la discriminación sistemática, las mujeres ocupan menos del 30% de los trabajos de investigación y desarrollo en todo el mundo; un claro ejemplo lo refleja el dato el cual señala que sólo 3% de los premios Nobel de ciencias han sido otorgados a mujeres desde la creación de los galardones.

Un caso representativo, Chieng Shiung Wu, mujer que demostró que no se conservaba la paridad en la fuerza nuclear débil. Por este descubrimiento recibió el Nobel de Física en 1957, pero ella quedó excluida del premio por circunstancias que aún no quedan claras.

En estas inexplicables  historias, también nos topamos con el caso de Jocelyn Bell, quien era una estudiante en la Universidad de Cambridge cuando en 1967 detectó por primera vez la radioseñal de un púlsar —estrella de neutrones que emite radiación periódica—.

Este hallazgo fue considerado uno de los mayores descubrimientos astronómicos del pasado siglo, sin embargo, quien recibió el premio Nobel de Física en 1974 fue su director de tesis, Antony Hewish. A ella ni siquiera se le mencionó a pesar de constar como segunda firmante del artículo publicado en la revista Nature.

La comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. No obstante, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina.

De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, un master o un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18, 8 y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37, 18 y 6%.

El impulso que logra el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia centra la debida atención para equilibrar posiciones y darle respeto a la equidad en cualquiera de las profesiones.

@PerlascaLety

Fue apenas en 2015 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Entre algunos de los objetivos es el de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia de las mujeres y las niñas; y es que, la brecha de género en la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM) se mantiene en todo el mundo a pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior es cada vez más representativa.

De acuerdo con la ONU, debido a la discriminación sistemática, las mujeres ocupan menos del 30% de los trabajos de investigación y desarrollo en todo el mundo; un claro ejemplo lo refleja el dato el cual señala que sólo 3% de los premios Nobel de ciencias han sido otorgados a mujeres desde la creación de los galardones.

Un caso representativo, Chieng Shiung Wu, mujer que demostró que no se conservaba la paridad en la fuerza nuclear débil. Por este descubrimiento recibió el Nobel de Física en 1957, pero ella quedó excluida del premio por circunstancias que aún no quedan claras.

En estas inexplicables  historias, también nos topamos con el caso de Jocelyn Bell, quien era una estudiante en la Universidad de Cambridge cuando en 1967 detectó por primera vez la radioseñal de un púlsar —estrella de neutrones que emite radiación periódica—.

Este hallazgo fue considerado uno de los mayores descubrimientos astronómicos del pasado siglo, sin embargo, quien recibió el premio Nobel de Física en 1974 fue su director de tesis, Antony Hewish. A ella ni siquiera se le mencionó a pesar de constar como segunda firmante del artículo publicado en la revista Nature.

La comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. No obstante, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina.

De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, un master o un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18, 8 y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37, 18 y 6%.

El impulso que logra el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia centra la debida atención para equilibrar posiciones y darle respeto a la equidad en cualquiera de las profesiones.

@PerlascaLety