/ domingo 28 de febrero de 2021

Pleitos de políticos no son por servir

La fractura es real, fruto de las desmedidas ambiciones de dos grupos políticos que quieren convertir a Veracruz en su patrimonio familiar.

Piensan que los ciudadanos están bajo su control por una despensa o unas cuantas monedas que les arrojan a cambio de su voto. Los Rementería y los Yunes pelean ferozmente por el puerto jarocho. Un día gana Bingen, hijo del senador Julen Rementería del Puerto, con el fallo del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) para que 473 nuevos militantes de su grupo voten en la elección interna del PAN a su favor por la alcaldía, y otro día Miguel Ángel Yunes, hijo del ex gobernador del estado, logra neutralizar a los simpatizantes del diputado local con un grupo de golpeadores que hacen huir, sin darles oportunidad de participar en este proceso, y gana preliminarmente la elección con 12 votos de diferencia, y el propio Yunes asesta un golpe más a su adversario al obtener la revocación de la Sala Regional de Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a la resolución emitida por el TEV respecto a otorgar derecho de los nuevos militantes del PAN para participar en procesos internos de selección de candidaturas en esa organización política.

El resultado de dicha elección interna es impugnado ante el TEV por el equipo perdedor, y este Tribunal reencauza la queja a la Comisión de Justicia del Consejo Nacional panista para resolver la controversia; cuando sea agotada esa instancia, podrán acudir a los tribunales electorales para éstos que resuelvan sobre el acto impugnado.

Hay, sin embargo, un as bajo la manga de los Rementería, el requisito de elegibilidad, que incumpliría Yunes Márquez, por no acreditar al menos tres años de residencia en el municipio de Veracruz; sobre este punto deberá resolver el TEPJF la impugnación presentada, y determinar si éste cumple o no la Ley.

Inclusive, en redes se exhiben documentos en los que se comprueba que MAYM no tiene esa residencia comprobada en Veracruz. Estos son los asuntos internos que fracturan las filas del panismo jarocho, lo cual implica el inminente riesgo de profundizar en los días por venir.

Sin embargo, más importante que esas luchas de poder, es saber si quien obtenga esa candidatura podrá ganar la elección constitucional de junio próximo y si los veracruzanos van a permitir que dos familias, los Yunes y los Rementería, se apoderen de Veracruz como si fuera su patrimonio. El papel desempeñado por Fernando Yunes Márquez no ha sido nada destacado, es muy deficiente, sobre todo en servicios públicos que siguen siendo escasos y malos, especialmente en alumbrado y vialidades en colonias populares; nada ha hecho por frenar los abusos en las tarifas del agua potable y su mala calidad del vital líquido por la empresa Grupo MAS, ni en los excesos que comete el concesionario de los parquímetros, por cierto, herencia de Julen Rementería del Puerto.

Ambos grupos hacen trampas y se valen de argucias para obtener lo que quieren.

Lo más lamentable es que no hay mucha tela de dónde cortar, y el resto de los partidos mantienen el mismo perfil de los azules: privilegiar a sus grupos con candidatos cuyo único mérito es estar cercanos al poder, sin importar vocación, preparación o compromiso por Veracruz.

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