/ martes 30 de enero de 2018

Ruta de la Amistad

Este año es el 50 aniversario de la "Ruta de la Amistad", un conjunto de 22 grandes esculturas que fueron encargadas a artistas de fama internacional para los Juegos Olímpicos de México 1968.

El programa inició el 19 de enero pasado, justo el día que se inició la Olimpiada Cultural en 1968, con el toque de la Fanfarria Olímpica México 68 del compositor Carlos Jiménez Mabarak en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes. Un acto simbólico de 45 segundos que quedó en la memoria, y se puede consultar en las redes sociales donde aún transita. El proyecto es atribuido en idea original al pintor, escultor y artista mexicano de origen alemán, Mathias Goeritz.

Por más de 25 años, las esculturas de la Ruta de la Amistad sufrieron el abandono, pero diversos grupos de conservación han participado para repararlas. Ahora, el Patronato de la Ruta de la Amistad busca que el complejo escultórico sea declarado Monumento Histórico para garantizar su protección.

Para ambas declaratorias la solicitud ya está hecha luego de un largo proceso de investigación sobre las condiciones legales e históricas en que se realizó el proyecto artístico promovido por el artista Mathias Goeritz y también por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, como el mayor símbolo estético de la Olimpiada Cultural que se celebró por los Juegos Olímpicos de México 1968.

Para salvar a la Ruta se decidió hacerlo obra por obra, teniendo como idea fundamental una restauración a fondo y sobre todo, asegurar la conservación a través de la autosuficiencia y participación de quienes cohabitan cerca de ellas, así como uso constante de las esculturas a través de diversos programas. A través del proyecto Adopte una Obra de Arte, se invitó a instituciones privadas y públicas a participar donando los recursos para la restauración.

Y es que, después de las Olimpiadas, las esculturas quedaron en el abandono. Cuando en 1994 se fundó el Patronato se empezó un trabajo de rescate y, sobre todo, de restauración. La mayor intervención fue la reubicación de las piezas entre 2011 y 2013 al trébol que forma la avenida Insurgentes Sur y Periférico, y al de Viaducto Tlalpan y Periférico, en la Ciudad de México.

Enhorabuena por un patronato del que sus integrantes describen de manera puntual "El Patronato Ruta de la Amistad es el encargado de mantener y restaurar las esculturas creadas en las Olimpiadas de México 68. Realiza proyectos de arte contemporáneo y ecología urbana utilizando los acervos del legado México 68".

@PerlascaLety

Este año es el 50 aniversario de la "Ruta de la Amistad", un conjunto de 22 grandes esculturas que fueron encargadas a artistas de fama internacional para los Juegos Olímpicos de México 1968.

El programa inició el 19 de enero pasado, justo el día que se inició la Olimpiada Cultural en 1968, con el toque de la Fanfarria Olímpica México 68 del compositor Carlos Jiménez Mabarak en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes. Un acto simbólico de 45 segundos que quedó en la memoria, y se puede consultar en las redes sociales donde aún transita. El proyecto es atribuido en idea original al pintor, escultor y artista mexicano de origen alemán, Mathias Goeritz.

Por más de 25 años, las esculturas de la Ruta de la Amistad sufrieron el abandono, pero diversos grupos de conservación han participado para repararlas. Ahora, el Patronato de la Ruta de la Amistad busca que el complejo escultórico sea declarado Monumento Histórico para garantizar su protección.

Para ambas declaratorias la solicitud ya está hecha luego de un largo proceso de investigación sobre las condiciones legales e históricas en que se realizó el proyecto artístico promovido por el artista Mathias Goeritz y también por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, como el mayor símbolo estético de la Olimpiada Cultural que se celebró por los Juegos Olímpicos de México 1968.

Para salvar a la Ruta se decidió hacerlo obra por obra, teniendo como idea fundamental una restauración a fondo y sobre todo, asegurar la conservación a través de la autosuficiencia y participación de quienes cohabitan cerca de ellas, así como uso constante de las esculturas a través de diversos programas. A través del proyecto Adopte una Obra de Arte, se invitó a instituciones privadas y públicas a participar donando los recursos para la restauración.

Y es que, después de las Olimpiadas, las esculturas quedaron en el abandono. Cuando en 1994 se fundó el Patronato se empezó un trabajo de rescate y, sobre todo, de restauración. La mayor intervención fue la reubicación de las piezas entre 2011 y 2013 al trébol que forma la avenida Insurgentes Sur y Periférico, y al de Viaducto Tlalpan y Periférico, en la Ciudad de México.

Enhorabuena por un patronato del que sus integrantes describen de manera puntual "El Patronato Ruta de la Amistad es el encargado de mantener y restaurar las esculturas creadas en las Olimpiadas de México 68. Realiza proyectos de arte contemporáneo y ecología urbana utilizando los acervos del legado México 68".

@PerlascaLety