Xalapa, Ver.-El arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong afirma que en las situaciones difíciles y que se ven imposibles se debe pedir a Dios “aumenta nuestra fe” pues es una realidad la falta de confianza en él que actualmente existe.
“La primera realidad es esta que nos sentimos que tenemos poca fe, que las situaciones más difíciles e inclusive más importantes de nuestra vida nos falta la fe. De hecho, en el caminar de los discípulos con Jesús cuántas veces Jesús les tiene que decir hombres de poca fe y ahora los propios discípulos, ellos con un corazón sincero, humilde, le dicen al señor, le suplican de lo más profundo de su ser, señor auméntanos la fe”.
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En su homilía en la Catedral Metropolitana de Xalapa señaló que la fe como don de Dios necesita de un corazón que acoja el don de la fe, que lo practique y confíe.
“Y ese ejercicio que después se convierte en una manera ser, de reaccionar ante las situaciones difíciles de la vida, se tiene precisamente cuando experimentamos que nosotros solos no podemos, de hecho, es interesante porque cuando piden esta súplica a los discípulos es porque previamente el señor respondiendo a otra de sus preguntas les dice ‘pues deben perdonas 70 veces 7’; es decir, siempre”.
¿Por qué es importante la oración?
Por ello cuestionó a los feligreses, ¿qué cosas hoy en la vida se ven imposibles y difíciles? Lo que pudiera ser la división familiar, una enfermedad, la muerte de alguien, los vicios, vencer ciertos prejuicios o cosas que esclavizan y señaló que, ante la impotencia, se debe pedir a Dios, “aumenta nuestra fe”.
“Por ejemplo, en mi familia, tal vez perdonarnos, reconciliarnos, darnos la paz ante luchas, odios, resentimientos de año, o a veces de generaciones o situaciones difíciles que yo puedo vivir personalmente o de seres queridos, aceptar una enfermedad, una muerte, una injusticia que yo he sufrido o sufre un ser querido, aceptar pasar años y años sin ver frutos de lo que uno ha soñado y trabajado”.
Remarcó que con la fe nada es imposible para Dios, “pero yo tengo que colocarme desde la fe, desde la total confianza que eso que ya Dios colocó en mi conciencia, en mi corazón para enfrentarlo, para vivirlo de otra manera, lo viva desde la confianza total en Dios”.
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Expuso que al final es un don al que cada persona con total confianza, “dirían los padres espirituales, abandonarse al Señor”.
