En plena temporada de chininis en la región, don Arnulfo Yoba, originario del municipio de Xico, resalta que es un fruto que se vende como pan caliente y que cada vez es más solicitado dado que sólo se puede degustar durante tres meses al año.
El comerciante de chininis explica que este fruto, que es pariente del aguacate, le permite a él y a muchas familias de varios municipios de la región, tener un sustento que llevar a su casa. “Yo traigo una buena cantidad, más de un ciento, todos los días a los mercados ambulantes xalapeños porque se vende bien, porque ya es parte de la gastronomía familiar”.
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Explica que para venderlos en Xalapa él los compra en su pueblo, en Xico, a una persona que se encarga de cortarlos y se los vende por ciento; “yo aquí los vendo por pieza, su precio varía de acuerdo al tamaño del fruto”.
Menciona que vender chininis le deja buenas ganancias, porque como los compra al mayoreo puede ganarle casi la mitad de lo que invierte, “claro que gasto en la gasolina para trasladarlos a los mercados y aunque hay competencia, la verdad es que se venden bastante bien. los que los vendemos casi terminamos diario todos los que traemos, eso es bueno porque podemos tener ganancias que llevar a nuestras familias”.
Don Arnulfo recuerda que antes este fruto se conocía poco, pero ahora es parte de la gastronomía regional, “es muy rico, se puede comer con la sopa, arroz, chilatole o solo en tacos, definitivamente es más cremoso que un aguacate, su sabor y color son totalmente distinto y para muchos resulta una delicia”.
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Comenta que en esta zona solo se cosecha en esta temporada, en los meses de junio, julio y agosto, “considero que en unas dos semanas ya será complicado conseguirlos porque ya se están acabando y habrá que esperar al siguiente año para comerlos”.
Cada pieza cuesta en promedio 10 pesos, pero las más grandes pueden venderse en 15 pesos
En este momento, comenta que se pueden encontrar en todos los mercados de la ciudad. “Pero ya casi va de salida porque su cosecha es corta, seguramente por eso las familias aprovechan para comerlos ahora que todavía hay”.
