/ sábado 2 de marzo de 2024

Brechas de género en educación

En un interesante estudio estadístico, María Sofía León Olea, integrante de la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) y también egresada de El Colegio de México, plantea: ¿Qué nos dice PISA 2022 sobre las brechas de género en educación en México? Desde el año 2000, México participa en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), organizado cada tres años por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), institución internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor. Como consecuencia de la pandemia de Covid-19, la prueba prevista para 2021 se realizó un año después, con el concurso de 81 países.

Tras la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) en 2019, la Secretaría de Educación Pública encargó al Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL) realizar la aplicación de la prueba PISA 2022. “Cabe recordar que PISA evalúa a jóvenes de quince años tres meses a dieciséis años dos meses cumplidos que cursan secundaria o Educación Media Superior (EMS). Para la evaluación de 2022, en México participaron 6,288 estudiantes y 280 escuelas. Entre los 81 países participantes en la prueba, 14 fueron de América Latina. En los resultados generales, México se encuentra en la posición 51 por debajo de Chile (47) y Uruguay (48). Junto con Perú, Costa Rica y Colombia, el país tiene resultados que los sitúan con 4 años de escolaridad por detrás del promedio de la OCDE. De acuerdo con el reporte de PISA, 47% de los estudiantes de quince años están por debajo del promedio en lectura; 65.8% en matemáticas y 50.7% en ciencia; y sólo entre el 0.1% y 0.6% están en los niveles de desempeño altos. A pesar de ello, dentro de los países de la región, México presenta el mejor desempeño en matemáticas y lectura, luego de Chile y Uruguay.

León Olea dice: “Sumado a los retos de mejora y de recuperación de aprendizajes después de la pandemia, el sistema educativo mexicano se enfrenta al desafío de cerrar las brechas de género en las tres áreas evaluadas por PISA. Las diferencias de género en los resultados de matemáticas, ciencia y lectura en PISA 2022 para México están por debajo del promedio de la OCDE, aún queda un largo camino por recorrer, sobre todo, para que las estudiantes superen las barreras que les impiden alcanzar el rendimiento de sus compañeros. En los resultados de lectura en PISA, las estudiantes de todos los países y economías evaluadas han mantenido resultados más altos que sus compañeros hombres de manera constante. En México esta brecha de género ha tendido a disminuir significativamente en los últimos años. En parte la brecha se ha cerrado porque el desempeño de las mujeres ha decrecido mientras el desempeño de los hombres ha sido estable. A diferencia de los resultados de PISA en lectura, la ventaja de los estudiantes sobre las estudiantes en ciencia y matemáticas permanece constante en el país”.

León Olea considera que los resultados ventajosos en lectura y en ciencia para la mayoría de las estudiantes mujeres en los países de la OCDE no lo son en matemáticas. En PISA 2022, en 40 de 81 países los estudiantes evaluados mostraron ventaja en matemáticas sobre las alumnas que presentaron la prueba. Además, en la mayoría de las economías, los estudiantes con mejor rendimiento superaron a las alumnas con mejor desempeño en todos los países de la OCDE. A nivel nacional, en 2018, los hombres superaron a las mujeres por 12 puntos, lo que representó una disparidad mayor que la del promedio (5 puntos) entre los países evaluados y posicionó a México entre los ocho países con brecha de género más alta en esta materia. En la prueba de 2022, la brecha en el país se mantuvo igual.

Las disparidades de género en el rendimiento de matemáticas que muestran los resultados de PISA no están relacionadas con genética, con habilidades innatas, ni son inevitables; se deben a una multitud de factores sociales, culturales y psicológicos, que refuerzan actitudes y comportamientos estereotipados. Algunos investigadores opinan que los hombres tienden a obtener mejores resultados en las preguntas que requieren habilidad espacial y las mujeres tienden a puntuar más alto en las que implican cálculos. Estos resultados corroboran las hipótesis de estudios anteriores. Primero, las alumnas tienden a tener mejores resultados en tareas con las que están familiarizadas gracias a la práctica en el aula. Segundo, la falta de una enseñanza sistemática en habilidades de espacio y formas pone en desventaja a las mujeres en la prueba, pues los alumnos tienden a tener más participación en actividades espaciales que las alumnas fuera del aula por medio de juegos computacionales, lectura de mapas y práctica de deportes.

Según reportes de PISA, desde 2013, las alumnas tienden a subestimar sus capacidades y competencias, incluso cuando demuestran un alto dominio en el aprendizaje de matemáticas. Esto, sumado a que las alumnas son más propensas que los alumnos a temer al fracaso y a sentir ansiedad por las matemáticas, las pone en mayor desventaja frente a sus compañeros en esta materia. La disparidad en los niveles de ansiedad entre hombres y mujeres es comparable en magnitud con la brecha socioeconómica entre estudiantes privilegiados y estudiantes en desventaja. En los resultados de Ciencia se observa una dinámica similar. Las estudiantes indican tener menos confianza en sus habilidades, y en países donde existe una diferencia marcada en el rendimiento entre hombres y mujeres, también se evidencian notables disparidades en autoconfianza.


En un interesante estudio estadístico, María Sofía León Olea, integrante de la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) y también egresada de El Colegio de México, plantea: ¿Qué nos dice PISA 2022 sobre las brechas de género en educación en México? Desde el año 2000, México participa en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), organizado cada tres años por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), institución internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor. Como consecuencia de la pandemia de Covid-19, la prueba prevista para 2021 se realizó un año después, con el concurso de 81 países.

Tras la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) en 2019, la Secretaría de Educación Pública encargó al Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL) realizar la aplicación de la prueba PISA 2022. “Cabe recordar que PISA evalúa a jóvenes de quince años tres meses a dieciséis años dos meses cumplidos que cursan secundaria o Educación Media Superior (EMS). Para la evaluación de 2022, en México participaron 6,288 estudiantes y 280 escuelas. Entre los 81 países participantes en la prueba, 14 fueron de América Latina. En los resultados generales, México se encuentra en la posición 51 por debajo de Chile (47) y Uruguay (48). Junto con Perú, Costa Rica y Colombia, el país tiene resultados que los sitúan con 4 años de escolaridad por detrás del promedio de la OCDE. De acuerdo con el reporte de PISA, 47% de los estudiantes de quince años están por debajo del promedio en lectura; 65.8% en matemáticas y 50.7% en ciencia; y sólo entre el 0.1% y 0.6% están en los niveles de desempeño altos. A pesar de ello, dentro de los países de la región, México presenta el mejor desempeño en matemáticas y lectura, luego de Chile y Uruguay.

León Olea dice: “Sumado a los retos de mejora y de recuperación de aprendizajes después de la pandemia, el sistema educativo mexicano se enfrenta al desafío de cerrar las brechas de género en las tres áreas evaluadas por PISA. Las diferencias de género en los resultados de matemáticas, ciencia y lectura en PISA 2022 para México están por debajo del promedio de la OCDE, aún queda un largo camino por recorrer, sobre todo, para que las estudiantes superen las barreras que les impiden alcanzar el rendimiento de sus compañeros. En los resultados de lectura en PISA, las estudiantes de todos los países y economías evaluadas han mantenido resultados más altos que sus compañeros hombres de manera constante. En México esta brecha de género ha tendido a disminuir significativamente en los últimos años. En parte la brecha se ha cerrado porque el desempeño de las mujeres ha decrecido mientras el desempeño de los hombres ha sido estable. A diferencia de los resultados de PISA en lectura, la ventaja de los estudiantes sobre las estudiantes en ciencia y matemáticas permanece constante en el país”.

León Olea considera que los resultados ventajosos en lectura y en ciencia para la mayoría de las estudiantes mujeres en los países de la OCDE no lo son en matemáticas. En PISA 2022, en 40 de 81 países los estudiantes evaluados mostraron ventaja en matemáticas sobre las alumnas que presentaron la prueba. Además, en la mayoría de las economías, los estudiantes con mejor rendimiento superaron a las alumnas con mejor desempeño en todos los países de la OCDE. A nivel nacional, en 2018, los hombres superaron a las mujeres por 12 puntos, lo que representó una disparidad mayor que la del promedio (5 puntos) entre los países evaluados y posicionó a México entre los ocho países con brecha de género más alta en esta materia. En la prueba de 2022, la brecha en el país se mantuvo igual.

Las disparidades de género en el rendimiento de matemáticas que muestran los resultados de PISA no están relacionadas con genética, con habilidades innatas, ni son inevitables; se deben a una multitud de factores sociales, culturales y psicológicos, que refuerzan actitudes y comportamientos estereotipados. Algunos investigadores opinan que los hombres tienden a obtener mejores resultados en las preguntas que requieren habilidad espacial y las mujeres tienden a puntuar más alto en las que implican cálculos. Estos resultados corroboran las hipótesis de estudios anteriores. Primero, las alumnas tienden a tener mejores resultados en tareas con las que están familiarizadas gracias a la práctica en el aula. Segundo, la falta de una enseñanza sistemática en habilidades de espacio y formas pone en desventaja a las mujeres en la prueba, pues los alumnos tienden a tener más participación en actividades espaciales que las alumnas fuera del aula por medio de juegos computacionales, lectura de mapas y práctica de deportes.

Según reportes de PISA, desde 2013, las alumnas tienden a subestimar sus capacidades y competencias, incluso cuando demuestran un alto dominio en el aprendizaje de matemáticas. Esto, sumado a que las alumnas son más propensas que los alumnos a temer al fracaso y a sentir ansiedad por las matemáticas, las pone en mayor desventaja frente a sus compañeros en esta materia. La disparidad en los niveles de ansiedad entre hombres y mujeres es comparable en magnitud con la brecha socioeconómica entre estudiantes privilegiados y estudiantes en desventaja. En los resultados de Ciencia se observa una dinámica similar. Las estudiantes indican tener menos confianza en sus habilidades, y en países donde existe una diferencia marcada en el rendimiento entre hombres y mujeres, también se evidencian notables disparidades en autoconfianza.