/ domingo 5 de abril de 2020

Coronavirus y los derechos humanos.

El coronavirus ha puesto a prueba los sistemas del mundo, algunos países han afrontado con disciplina, seguridad, recursos humanos, hospitales, recursos económicos el problema, otros no. El derecho a la asistencia sanitaria se ha visto amenazado sobre todo con personas mayores y ahora más jóvenes de 40 y 45 años. “Lo cierres de fronteras son una expresión desesperada de soberanía”. En algunos países el individualismo se ha hecho más presente, hay ausencia de solidaridad. “De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia”. El uso de mascarillas respiratorias especiales que pueden salvar la vida se vio restringido por falta de costumbre o la carencia de suministros no pudo cubrir las necesidades a tiempo.” Hay una violenta y exagerada reacción de pánico al virus que causa conmoción”

En México el Secretario de Educación Pública señaló “Vamos a adelantar las vacaciones escolares de Semana Santa. El último día de clases será este próximo viernes 20 de marzo (…) Estamos hablando de un receso de treinta días (…) no se trata de que salgan de vacaciones y todos se junten a disfrutar de las vacaciones porque lo que se quiere evitar es la proximidad, queremos ese aislamiento preventivo”. Independientemente si esta medida fue tomada por los protocolos establecidos por la OMS o por decisión del propio gobierno.

La pregunta es según lo comenta Sergio Martínez Dunstan, la Secretaría ¿cuenta con una plataforma tecnológica en educación básica como lo tienen algunas escuelas particulares o en niveles superiores. ¿Todos los hogares tienen al menos energía eléctrica e internet? Se insiste en que el maestro considere los recursos con los que se cuenta y se propone como alternativa el uso de fichas de trabajo. Ahora bien, ¿todos los padres, o quienes estarán encargados de ellos, tienen el tiempo y la voluntad sino es que las capacidades para ayudarle a sus hijos en la resolución de las actividades de aprendizajes?

Se ha hablado también de “la instrumentación de un sistema de educación a distancia tanto electrónica y digital para recuperar los contenidos de aprendizaje”, desde preescolar hasta la educación superior. En fin, habrá tiempo para valorar las estrategias de las autoridades, la iniciativa de los docentes y la gran responsabilidad que le han dado a los padres de familia.

Sin embargo, hay que considerar que un problema de las dimensiones del coronavirus obliga a considerar otros problemas de la educación del futuro en México y el mundo. Temas como la democracia, soberanía, seguridad, solidaridad, prevención, colapso económico y social deberán ser retomados por el campo de la educación. No hay que permitir otra vez que los niños y jóvenes vivan en la incertidumbre y el miedo. El esfuerzo debe ser mayúsculo. Evitemos aislarnos, animemos a la sociedad a formar un gran colectivo responsable.

También la moral parece alejarse de la creatividad, de la originalidad, de la sinceridad, de la coherencia. Simultáneamente, nunca como hoy, se ha hablado tanto de ética. En todos los campos de la actividad social, política, económica, en todos los tipos de discursos posibles. Nunca como hoy se ha hablado de derechos humanos y de democracia. Como si se quisiera compensar la sensación de crisis, en relación con los valores y con la convivencia.

Los niños y jóvenes merecen que los adultos junto a ellos confien que tras el virus venga una revolución humana, como lo expresa Byung-Chul Han.” Somos nosotros, personas dotadas de razón quienes tenemos que repensar…para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta”.

El coronavirus ha puesto a prueba los sistemas del mundo, algunos países han afrontado con disciplina, seguridad, recursos humanos, hospitales, recursos económicos el problema, otros no. El derecho a la asistencia sanitaria se ha visto amenazado sobre todo con personas mayores y ahora más jóvenes de 40 y 45 años. “Lo cierres de fronteras son una expresión desesperada de soberanía”. En algunos países el individualismo se ha hecho más presente, hay ausencia de solidaridad. “De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia”. El uso de mascarillas respiratorias especiales que pueden salvar la vida se vio restringido por falta de costumbre o la carencia de suministros no pudo cubrir las necesidades a tiempo.” Hay una violenta y exagerada reacción de pánico al virus que causa conmoción”

En México el Secretario de Educación Pública señaló “Vamos a adelantar las vacaciones escolares de Semana Santa. El último día de clases será este próximo viernes 20 de marzo (…) Estamos hablando de un receso de treinta días (…) no se trata de que salgan de vacaciones y todos se junten a disfrutar de las vacaciones porque lo que se quiere evitar es la proximidad, queremos ese aislamiento preventivo”. Independientemente si esta medida fue tomada por los protocolos establecidos por la OMS o por decisión del propio gobierno.

La pregunta es según lo comenta Sergio Martínez Dunstan, la Secretaría ¿cuenta con una plataforma tecnológica en educación básica como lo tienen algunas escuelas particulares o en niveles superiores. ¿Todos los hogares tienen al menos energía eléctrica e internet? Se insiste en que el maestro considere los recursos con los que se cuenta y se propone como alternativa el uso de fichas de trabajo. Ahora bien, ¿todos los padres, o quienes estarán encargados de ellos, tienen el tiempo y la voluntad sino es que las capacidades para ayudarle a sus hijos en la resolución de las actividades de aprendizajes?

Se ha hablado también de “la instrumentación de un sistema de educación a distancia tanto electrónica y digital para recuperar los contenidos de aprendizaje”, desde preescolar hasta la educación superior. En fin, habrá tiempo para valorar las estrategias de las autoridades, la iniciativa de los docentes y la gran responsabilidad que le han dado a los padres de familia.

Sin embargo, hay que considerar que un problema de las dimensiones del coronavirus obliga a considerar otros problemas de la educación del futuro en México y el mundo. Temas como la democracia, soberanía, seguridad, solidaridad, prevención, colapso económico y social deberán ser retomados por el campo de la educación. No hay que permitir otra vez que los niños y jóvenes vivan en la incertidumbre y el miedo. El esfuerzo debe ser mayúsculo. Evitemos aislarnos, animemos a la sociedad a formar un gran colectivo responsable.

También la moral parece alejarse de la creatividad, de la originalidad, de la sinceridad, de la coherencia. Simultáneamente, nunca como hoy, se ha hablado tanto de ética. En todos los campos de la actividad social, política, económica, en todos los tipos de discursos posibles. Nunca como hoy se ha hablado de derechos humanos y de democracia. Como si se quisiera compensar la sensación de crisis, en relación con los valores y con la convivencia.

Los niños y jóvenes merecen que los adultos junto a ellos confien que tras el virus venga una revolución humana, como lo expresa Byung-Chul Han.” Somos nosotros, personas dotadas de razón quienes tenemos que repensar…para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta”.