/ miércoles 3 de abril de 2019

Fallidas guerritas en Veracruz

Sí de persecuciones fallidas y estériles saben, son los de la mini administración panista pasada; los peces gordos siguen libres, otros, los que firmaron las entregas, es decir, los últimos en irse con Duarte y no menos gordos pero igual de mañosos, negociaron, presuntamente regresaron bienes, efectivo y ahí siguen, haciendo de las suyas.

Por ello, es muy extraño, que algunos funcionarios estatales de reciente ingreso acudan a entregar denuncias por daño patrimonial, entrega irregular de plazas educativas e innumerables delitos en la siempre cuestionada secretaria de desarrollo social estatal.

Es extraño, porque de antemano, dichas denuncias seguramente serán archivadas, poco investigadas y sí continua el fiscal Jorge Winkler, abiertamente incómodo al gobierno del estado morenista, entonces, todo pinta para que no pase nada.

Y es que en Veracruz hay dos bandos, dos “guerritas”, que mantienen en vilo al estado; por un lado, el fiscal yunista al que nadie ha podido quitar muy a pesar de una mayoría de Morena en el Congreso.

Por el otro, funcionarios del gobierno estatal que no han dado el ancho en materia de seguridad, entre otras muchas.

Denuncias van y vienen entre los dos bandos, pero aquí no hay que perder de vista, que en la silla de la fiscalía sigue sentado Jorge Winkler para dolor estomacal diario de quienes despachan en Palacio de Gobierno.

La guerra apunta a ser digna de palco palomero, pero por el momento, los raspones más graves se los han llevado los morenistas; ni siquiera con el apoyo del que dicta las mañaneras en Palacio Nacional se han podido encontrar cauces legales para sacar a Winkler de la fiscalía.

Como se decían popularmente en la secundaria “eso duele”. Más, cuando pareciera que el fiscal se dedica las 24 horas a cuidar los intereses de su verdadero jefe y encontrar cauces para desestabilizar desde la “no” procuración de justicia a quienes ahora gobiernan en Veracruz.

Puras amenazas hacia el fiscal azul, mucha grilla sin resultado, publicitadas arengas para enjuiciar al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, pero al final, solo queda en eso, porque nada avanza, todo sigue igual y Veracruz, en la ruina social y política.

Ágora

Ya se vio quien es en realidad el hombre fuerte del gobernador, es cosa de revisar los medios de comunicación y no, no hablamos del dos.

@monicamarena

Sí de persecuciones fallidas y estériles saben, son los de la mini administración panista pasada; los peces gordos siguen libres, otros, los que firmaron las entregas, es decir, los últimos en irse con Duarte y no menos gordos pero igual de mañosos, negociaron, presuntamente regresaron bienes, efectivo y ahí siguen, haciendo de las suyas.

Por ello, es muy extraño, que algunos funcionarios estatales de reciente ingreso acudan a entregar denuncias por daño patrimonial, entrega irregular de plazas educativas e innumerables delitos en la siempre cuestionada secretaria de desarrollo social estatal.

Es extraño, porque de antemano, dichas denuncias seguramente serán archivadas, poco investigadas y sí continua el fiscal Jorge Winkler, abiertamente incómodo al gobierno del estado morenista, entonces, todo pinta para que no pase nada.

Y es que en Veracruz hay dos bandos, dos “guerritas”, que mantienen en vilo al estado; por un lado, el fiscal yunista al que nadie ha podido quitar muy a pesar de una mayoría de Morena en el Congreso.

Por el otro, funcionarios del gobierno estatal que no han dado el ancho en materia de seguridad, entre otras muchas.

Denuncias van y vienen entre los dos bandos, pero aquí no hay que perder de vista, que en la silla de la fiscalía sigue sentado Jorge Winkler para dolor estomacal diario de quienes despachan en Palacio de Gobierno.

La guerra apunta a ser digna de palco palomero, pero por el momento, los raspones más graves se los han llevado los morenistas; ni siquiera con el apoyo del que dicta las mañaneras en Palacio Nacional se han podido encontrar cauces legales para sacar a Winkler de la fiscalía.

Como se decían popularmente en la secundaria “eso duele”. Más, cuando pareciera que el fiscal se dedica las 24 horas a cuidar los intereses de su verdadero jefe y encontrar cauces para desestabilizar desde la “no” procuración de justicia a quienes ahora gobiernan en Veracruz.

Puras amenazas hacia el fiscal azul, mucha grilla sin resultado, publicitadas arengas para enjuiciar al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, pero al final, solo queda en eso, porque nada avanza, todo sigue igual y Veracruz, en la ruina social y política.

Ágora

Ya se vio quien es en realidad el hombre fuerte del gobernador, es cosa de revisar los medios de comunicación y no, no hablamos del dos.

@monicamarena