Estamos a 38 días de que finalice el año, este defectuoso 2020 que nos trajo pérdidas humanas, lluvias torrenciales e incluso ciclones, estos últimos en algunas partes de nuestra geografía. En algunos momentos hemos escuchado que la pandemia está cobrando fuerza y que hasta marzo del próximo año se mantendrán las expectativas del miedo ante este virus.
Es cierto que en México se han generado muchas muertes por este conflicto humanitario de salud. Posiblemente el más difícil en la historia moderna.
Pero no podemos vivir en el pasado, ni tampoco esperando el futuro. Lo que nos interesa es el presente, pues como su nombre lo indica en su acepción adjetiva. El presente es un regalo.
Los que hoy leemos esto, estamos vivos, por ello en esta reflexión hago un llamado a la unidad con la sola intención de salir adelante.
Seamos solidarios, solo salgamos a la calle cuando sea necesario, pues no todos podemos estar en casa, algunos debido a sus trabajos o necesidades, pero tomemos las medidas de salud, usemos el cubrebocas, el gel antibacterial, alcohol y el lavado adecuado de nuestras manos.
Si tenemos algún síntoma del coronavirus, guardémonos voluntariamente en cuarentena.
Decían las señoras de edad avanzada: lo malo no dura toda la vida. Siempre tendremos una nueva oportunidad y esperanza. Bien lo puntualizaba Facundo Cabral: en la vida nunca es tarde para volver a empezar.
Cierro este artículo con una sola exhortación: Vamos todos juntos a cuidarnos.
