/ jueves 26 de julio de 2018

Monumento al ingeniero Agustín Díaz

Estimado lector aprovechando este receso escolar que tienen las niños y jóvenes, le recomiendo vaya con su familia a visitar el bello parque Juárez y observen los monumentos ahí presentes. En el segundo nivel, donde se encuentra la entrada al El Ágora de la Ciudad, se acerquen a contemplar dos estatuas ubicadas una al extremo de la otra, cercanas a las escaleras que lo incorporan a ese espacio: una dedicada a un eminente científico mexicano del siglo XIX y otra del sexo masculino esculpida desnuda, de cuerpo entero.

El primer monumento referido se erigió para recordar la vida y brillante obra del ilustre y talentoso científico Agustín Díaz. Nació en la ciudad de México en 1830. Estudió ingeniería militar en el Heroico Colegio Militar, le tocó participar en la guerra contra los americanos, en la primera invasión en 1847. Fue contemporáneo de Benito Juárez, Antonio López de Santa Anna, Porfirio Díaz y otros personajes de aquella época.

Se distinguió por sus profundos conocimientos científicos que tuvo sobre astronomía y geodesia prácticas, así como de topografía lo que le permitió realizar los levantamientos topográficos más importantes de la época, en los principales estados del país, a través de la Comisión Geográfico-Explorador de la cual fue director general y cuya sede se encontraba en esta ciudad de Xalapa, para orgullo de la Atenas Veracruzana. Una de sus obras más importantes y titánicas fue haber levantado, con el apoyo de su equipo de ingenieros, la Carta General de la República Mexicana.

Este monumento se construyó según Sánchez Lamego, “pocos años después de su muerte y colocado originalmente en el edificio de la Comisión, en donde permaneció hasta que ésta fue disuelta. Después de varios años de estar arrumbada, la estatua fue erigida de nuevo en marzo de 1943, en el Paseo del Ayuntamiento de la ciudad”, en el lugar donde está ahora. Honor a quien honor merece, talentoso científico mexicano, cuyos restos se encuentran en el panteón de 20 de noviembre en Xalapa, Veracruz.

La segunda estatua, de acuerdo con las fuentes consultadas, está dedicada al esclavo. Desde mi apreciación tiene, al menos, dos interpretaciones: una en sentido literal, la cual representa ese fenómeno histórico-social consistente en que un ser humano, su familia, incluida toda su descendencia, está bajo el control absoluto y total de otro. Sus vidas le pertenecen.

Otra interpretación, en sentido figurado, esa estatua simboliza aquella condición humana que vive una persona cuando está controlada por sus pasiones, vicios, actitudes negativas y malas costumbres que lo atrapan y lo arrastran a situaciones inimaginables y lo hacen sentirse mal consigo mismo.

carlos_jorge27@hotmail.com


Estimado lector aprovechando este receso escolar que tienen las niños y jóvenes, le recomiendo vaya con su familia a visitar el bello parque Juárez y observen los monumentos ahí presentes. En el segundo nivel, donde se encuentra la entrada al El Ágora de la Ciudad, se acerquen a contemplar dos estatuas ubicadas una al extremo de la otra, cercanas a las escaleras que lo incorporan a ese espacio: una dedicada a un eminente científico mexicano del siglo XIX y otra del sexo masculino esculpida desnuda, de cuerpo entero.

El primer monumento referido se erigió para recordar la vida y brillante obra del ilustre y talentoso científico Agustín Díaz. Nació en la ciudad de México en 1830. Estudió ingeniería militar en el Heroico Colegio Militar, le tocó participar en la guerra contra los americanos, en la primera invasión en 1847. Fue contemporáneo de Benito Juárez, Antonio López de Santa Anna, Porfirio Díaz y otros personajes de aquella época.

Se distinguió por sus profundos conocimientos científicos que tuvo sobre astronomía y geodesia prácticas, así como de topografía lo que le permitió realizar los levantamientos topográficos más importantes de la época, en los principales estados del país, a través de la Comisión Geográfico-Explorador de la cual fue director general y cuya sede se encontraba en esta ciudad de Xalapa, para orgullo de la Atenas Veracruzana. Una de sus obras más importantes y titánicas fue haber levantado, con el apoyo de su equipo de ingenieros, la Carta General de la República Mexicana.

Este monumento se construyó según Sánchez Lamego, “pocos años después de su muerte y colocado originalmente en el edificio de la Comisión, en donde permaneció hasta que ésta fue disuelta. Después de varios años de estar arrumbada, la estatua fue erigida de nuevo en marzo de 1943, en el Paseo del Ayuntamiento de la ciudad”, en el lugar donde está ahora. Honor a quien honor merece, talentoso científico mexicano, cuyos restos se encuentran en el panteón de 20 de noviembre en Xalapa, Veracruz.

La segunda estatua, de acuerdo con las fuentes consultadas, está dedicada al esclavo. Desde mi apreciación tiene, al menos, dos interpretaciones: una en sentido literal, la cual representa ese fenómeno histórico-social consistente en que un ser humano, su familia, incluida toda su descendencia, está bajo el control absoluto y total de otro. Sus vidas le pertenecen.

Otra interpretación, en sentido figurado, esa estatua simboliza aquella condición humana que vive una persona cuando está controlada por sus pasiones, vicios, actitudes negativas y malas costumbres que lo atrapan y lo arrastran a situaciones inimaginables y lo hacen sentirse mal consigo mismo.

carlos_jorge27@hotmail.com