Mientras los candidatos de todos colores comienzan a bajar el ritmo de sus campañas, lo cual agradecemos infinitamente, en el fraccionamiento Lomas Verdes se está cocinando un pleito que si no se detiene a tiempo puede degenerar en una bronca mayúscula.
Como usted bien sabe, los vecinos de ese lugar se opusieron a la construcción de una capilla en un terreno destinado a estacionamiento.
Hace más de diez años fieles católicos levantaron ahí una estructura “provisional” para oficiar su culto religioso y aprovecharon el viaje para conectarse de gorra a la red de agua potable. Pero ahora que les dio por construir una capilla más en forma, los vecinos se opusieron e hicieron valer sus derechos.
El Ayuntamiento xalapeño intervino y les dio la razón, por lo que los fieles deberán retirar la estructura y edificarla en otro sitio.
El problema es que escogieron un área verde del fraccionamiento para edificar su capilla y los vecinos volvieron a protestar.
Sin decir agua va unas personas llegaron con palos y machetes a cercar el lugar argumentando que cuentan con la posesión de ese terreno que les fue cedido por un particular.
Los vecinos exigieron que se mostrara el documento de posesión que brilló por su ausencia, fue entonces que comenzaron las miradas retadoras y los ácidos cuestionamientos. Y si la cosa no pasó a mayores fue porque se apersonaron elementos de Seguridad Pública.
Pero el asunto está caliente.
Es casi seguro que no exista ningún documento probatorio de que ese terreno fue cedido por un particular a la Iglesia por dos razones: porque estaría especificado en los planos del fraccionamiento y en los títulos de propiedad, y porque los mismos fieles no hubieran tenido que edificar hace más de diez años su capilla en un terreno que no les correspondía.
Si como dijo un representante de la Iglesia, es puro cuento que el gobierno anterior les haya cedido un terreno en Arco Sur para construir su templo, eso no les da derecho a edificarla en un área verde nomás por sus pistolas.
Previendo que el problema pueda crecer el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, pidió apoyo a su tocayo el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios: “Este es el mensaje que le transmitimos al arzobispo; para nosotros es muy importante que se mantenga la armonía en todos los ámbitos de la vida municipal y particularmente ahí en Lomas Verdes, donde se pretende edificar un templo. Hemos apelado al diálogo, a una reflexión tranquila y serena, para llegar a buenos acuerdos y que no haya polarización entre los ciudadanos”.
Pero nada, la tensión sigue.
No vaya usted a pensar que quienes cercaron en área verde son forajidos empistolados; no señor. Son hombres, mujeres y jóvenes vecinos de Lomas Verdes, que tuvieron un altercado con otros vecinos que se oponen a que ahí se construya un templo porque la ley no lo permite.
Sin duda se conocen de años y puede que en otros tiempos hayan llevado una excelente relación que ahora está en riesgo por la necedad de alguien.
Sería bueno saber quién está azuzando a esos files y los está exponiendo a un choque. ¿El párroco de la capilla? ¿El presidente del Patronato Proconstrucción de la misma? ¿Algún vecino?
Forzosamente alguien debe estar tras este margallate, y esa persona tiene que ser llamada a cuentas para evitar una confrontación que pueda terminar como el Rosario de Amozoc.
