Adictos a la comunicación y a las nuevas tecnologías

EL marketing de muchas empresas se mide ahora por los miles de seguidores que consiguen en redes sociales

Israel Barradas Valdivia

  · lunes 7 de mayo de 2018

Definitivamente lo de hoy son los grandes avances que la tecnología ha traído a nosotros con grandes herramientas que prometen una comunicación mucho más rápida y eficaz cada vez que sale a la venta ese nuevo smartphone que la mayoría de la población desea adquirir junto con todas esas aplicaciones prometedoras y que seguramente hacen que pienses la gran mejora que le traerá a tu vida.

Los beneficios de utilizar dispositivos cada vez más compactos como ahora el smartwatch han sido cada vez más desde hace algunos años, y es que no sólo los utilizamos como medio de comunicación, sino también como una herramienta que consideramos totalmente necesaria en nuestra formación académica. Seguramente no te imaginas haciendo una tarea de investigación que no implique realizar tus búsquedas en Google a través de tu laptop, de tu celular o de tu reloj inteligente, mucho menos sacar tu libreta de tareas para anotar lo que los profesores solicitan, es ya más común tomar fotografías en todo como si fueran los apuntes que necesitas para estudiar más tarde. La tecnología de los dispositivos inteligentes ya no es utilizada sólo por empresarios y jóvenes, ahora los académicos solicitan a sus estudiantes trabajar en línea, enviar tareas y trabajos ya ni si quiera vía correo electrónico, pues es más rápido y fácil hacerlo por medio de la aplicación de WhatsApp. Las herramientas de comunicación a las que podemos acceder ahora son infinitas, pero ¿realmente les damos el uso adecuado?

La mayoría del tiempo el uso para el que se ingeniaron estas grandes aplicaciones es totalmente transformado y se utiliza para más que sólo comunicar algo. Las personas ya no comunican algo que realmente sientan que sea necesario, sino que transmiten imágenes y videos en vivo todo el tiempo muchas veces sólo por ocio, al igual que la distorsión de la información para conseguir seguidores o simplemente por querer ser parte de un grupo de personas en específico. “Según estimaciones de la asociación de operadores móviles GSMA, los ciudadanos latinoamericanos pasan entre 30 y 40 horas por semana conectados a Internet desde sus teléfonos portátiles. Esta cifra representa más del doble del tiempo que pasan en los medios convencionales, como la prensa o radio, "y casi cinco veces más del tiempo que pasan viendo televisión". La pregunta central es ¿en qué utilizamos todo ese tiempo invertido?

La comunicación es lo más importante que tenemos los seres humanos, una capacidad nata que se transmite de muchas formas, pero no siempre estamos comunicando algo y muchas veces el mensaje que damos no es el que queríamos dar, pues el mal uso de muchas de las redes con las que ahora establecemos conexiones con otras personas afecta nuestra vida social, laboral, escolar, familiar, inter e intra personal también. Las empresas han utilizado ya estas herramientas como un medio para darse a conocer y mucho mejor aún, como una gran y prometedora estrategia de ventas; ahora las personas ahorran el tiempo de ir a un lugar y formarse para adquirir algo que desean, basta con navegar 20 minutos en internet y buscar sus tiendas favoritas para adquirir productos en línea. Ahora no sólo existen consumidores excesivos, sino consumidores en línea excesivos, personas que realmente no necesitan lo que están adquiriendo pero es lo que internet les está mostrando en otras personas a través de redes sociales y acceder a lo que ven es demasiado fácil.

De la necesidad de comunicarse surge el deseo de expandir el público al que se quiere comunicar y es ahí donde nace la obsesión por conseguir miles de suscriptores en servicios como youtube o millones de seguidores en aplicaciones como Instagram y Facebook. ¿Cómo logran darse a conocer?


SITUACIÓN

Situaciones como el ciberbullying y fraudes cibernéticos son sólo uno de los grandes problemas que hoy afectan a gran parte de la población, pero que no han sido suficientes para crear la conciencia necesaria y usar adecuadamente las herramientas que hoy tienen.


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