“Ya no es como antes. Nunca antes habíamos tenido tan bajas ventas por la precaria situación económica que hay en la ciudad y la región”, expresaron comerciantes de pollo del mercado Jáuregui quienes tienen más de 30 años en esa actividad.
¿Qué ofrecen a los clientes que llegan a comprarles? Exponen que calidad, precio y limpieza total es lo que dan a sus clientes que por años han acudido al lugar a comprarles.
Este negocio siempre ha dado para vivir
Desde niña, Zaira García Mercado llegaba al mercado Jáuregui para acompañar a su mamá que tenía su local de pollo en este lugar. Mientras su mamá destazaba y vendía esta carne, ella platicaba y jugaba con quienes estaban en el sitio.
Ahora ella como una mujer adulta tiene 20 años con su propio puesto. “Decidí seguir el negocio familiar porque siempre dio para vivir a quienes se dedican a este comercio”, explica.
Mientras concede la entrevista, Zaira corta con total precisión los bistecs de pollo. En solo unos minutos saca y corta cuatro o seis piezas, de acuerdo lo pida la clientela.
Para explicar esa facilidad para quitar los huesos y sacar solo la carne de pollo, comenta que toda su vida vio y aprendió de su madre y de los otros comerciantes. “Todos aquí somos una familia, a todos los conozco de años, desde mi infancia. Conozco a sus hijos y esposas, aquí todos los apoyamos”.
Sentada en un banco alto para alcanzar el puesto que le corresponde, Zaira comenta que las ventas no lograron repuntar lo suficiente en diciembre.
Pese a que el pollo es la carne más económica, comparada con cerdo y res, las ventas no alcanzan las de otros años. “Eso sí tuvimos muchos clientes porque las familias tuvieron que optar por el pollo en diciembre para cenar, pero aun así fue mucho menos que en el año anterior”.
Comenta que el costo del pollo está estable, “claro ahora se vende en 60 pesos una pechuga y hace unos meses estaba en 55, pero aun así es lo más barato y sano para comer en la familia”.
Muchos años de trabajo
Petra García Benítez, quien lleva 37 años vendiendo pollo en el mercado Jáuregui, expone que siendo muy joven llegó a este lugar gracias a que un familiar la recomendó y empezó a vender este alimento “que es un negocio noble que le ha permitido sacar adelante a su familia”.
Sin embargo, con voz melancólica expresa “que ya no es lo mismo que antes. Ahora se vende muchísimo menos que en las tres décadas que he estado aquí”.
Recuerda con mucho gusto “cuando comencé a vender pollo en este lugar, no nos dábamos a basto, llegaban muchas amas de casa a comprarlo porque sabía que además de buen precio, había calidad y limpieza siempre”.
En caso de no vender todo el pollo, uno sabe que puede cocinarlo en su casa y no se queda sin comer la familia, “es muy noble este negocio”.
Subraya que va saliendo poco a poco, “porque todo ha cambiado, pero para mal, porque ahora hay muchísima competencia. En todas las colonias hay infinidad de puestos, así que las amas de casa ya no tienen que ir al mercado a comprarlo”.
"Hace años vendía diarios 40 pollos, los que destazaba con mucha habilidad, dado que eran más jóvenes, pero ahora si vendo unos 15 son muchos, pero aquí seguiré porque es a lo que me dedico y espero que la situación mejore en los próximos meses”.
Por su parte, Pedro Hernández, quien también se dedica a la venta de pollo en el mercado, coincide en quejarse de las bajas ventas. “La situación tan precaria en la ciudad hace que la gente compre menos y eso afecta a todos los comercios”.
Indica que espera como todos los comerciantes que en los próximos meses mejore la situación, “porque nos urge que se reactive la economía para vivir mejor”.
