/ jueves 4 de marzo de 2021

Expectativas e ilusiones

Nuestra muy necesaria convivencia está colmada de compromisos, actividades, anhelos y si tenemos un cierto mapa de ruta, también de objetivos por alcanzar.

¿Existir o vivir?, he ahí el dilema del ser humano. Existe una planta, un árbol, una piedra, pero vive quien tiene el ánimo positivo, en una integridad de acciones deliberadas para lograr bienestar y emanar cierta empatía y apoyo a quienes le rodean. Emociones negativas: miedo, incertidumbre, ansiedad, tristeza, celos, ira y demás. En el aspecto positivo: alegría, iniciativa constructiva, optimismo, paciencia en movimiento, amor, cariño, empatía.

Mal de muchos es consuelo de borregos; sin embargo, desde el interior de las familias se gesta la articulación de las relaciones humanas y el gobierno de las mismas. Somos dados a criticar todo factor externo, ya que creemos que nuestro yo interno es infalible y a prueba de errores. Poco valoramos el esfuerzo de los demás y ni siquiera imaginamos que cada cual tiene sus luchas internas y sus desilusiones muy propias. ¿Cuál es el primer diálogo que se establece? El que tenemos con nosotros mismos, llámalo ego, conciencia, yo interno, oscuridad o luz propia.

Cuando el egoísmo prevalece en los individuos se añade a su interacción humana la degradación de los que le rodean, sobre todo en los núcleos familiares, considerando que la razón propia tampoco es absoluta ni mucho menos un tratado de ley al cual todos deberían plegarse y ajustarse al capricho de tales naturalezas humanas. Las manadas de lobos, si gustan echar una ojeada a su comportamiento, se ayudan mutuamente, se coordinan para sobrevivir, alimentarse y darse protección entre ellos. A lo cual el ser humano debe anteponer cuando menos la tolerancia, la cooperación entre individuos, y no sólo lanzar culpas sobre los demás, ya que es la actitud más cómoda y vulgar de la que podamos hacer uso.

Vivir no es sólo comer y respirar, hay mayores males en creer que cuando nos llegue la lotería seremos felices, pero comprobado está que tener un dinero de más o mucho capital no aporta una garantía de felicidad. Mejoremos nuestro ambiente interno, pues hemos conocido gente adinerada y sumamente problematizada, al igual que gente humilde, sencilla y con una elevada felicidad interna.

Nadie descubrirá el hilo negro y la rueda a estas alturas, pero en tiempos de crisis las adicciones se elevan de forma muy notoria; el alcoholismo se dispara y las demás adicciones le acompañan. He visto que de buena fe el gobierno federal viene activando en redes la estrategia nacional de lectura, en la cual se infunden valores humanos, historia, anécdotas u otros tópicos de interés general para la población; sin lugar a dudas es un avance digno de resaltar.

Hemos llegado a la encrucijada sanitaria y a la expectativa, por no decir especulación electoral, en la cual todo se vale menos perder, y aquí en Xalapa vemos la tremenda batalla que se percibe como una alta vocación de servicio y apoyo a la ciudadanía, para su crecimiento, desarrollo y armonía. Pero sin ser sarcástico o irónico, el voto se dará en pago y reflejo de lo que cada elector perciba de la realidad y de los personajes que participarán por los puestos de elección popular. Por lo demás, nosotros vivamos y no hay que aflijirse de más; ni te aflijas ni te aflojes, esa es la consigna que sugiero.

Vivir no es sólo comer y respirar, hay mayores males en creer que cuando nos llegue la lotería seremos felices, pero comprobado está que tener un dinero de más o mucho capital no aporta una garantía de felicidad.

Nuestra muy necesaria convivencia está colmada de compromisos, actividades, anhelos y si tenemos un cierto mapa de ruta, también de objetivos por alcanzar.

¿Existir o vivir?, he ahí el dilema del ser humano. Existe una planta, un árbol, una piedra, pero vive quien tiene el ánimo positivo, en una integridad de acciones deliberadas para lograr bienestar y emanar cierta empatía y apoyo a quienes le rodean. Emociones negativas: miedo, incertidumbre, ansiedad, tristeza, celos, ira y demás. En el aspecto positivo: alegría, iniciativa constructiva, optimismo, paciencia en movimiento, amor, cariño, empatía.

Mal de muchos es consuelo de borregos; sin embargo, desde el interior de las familias se gesta la articulación de las relaciones humanas y el gobierno de las mismas. Somos dados a criticar todo factor externo, ya que creemos que nuestro yo interno es infalible y a prueba de errores. Poco valoramos el esfuerzo de los demás y ni siquiera imaginamos que cada cual tiene sus luchas internas y sus desilusiones muy propias. ¿Cuál es el primer diálogo que se establece? El que tenemos con nosotros mismos, llámalo ego, conciencia, yo interno, oscuridad o luz propia.

Cuando el egoísmo prevalece en los individuos se añade a su interacción humana la degradación de los que le rodean, sobre todo en los núcleos familiares, considerando que la razón propia tampoco es absoluta ni mucho menos un tratado de ley al cual todos deberían plegarse y ajustarse al capricho de tales naturalezas humanas. Las manadas de lobos, si gustan echar una ojeada a su comportamiento, se ayudan mutuamente, se coordinan para sobrevivir, alimentarse y darse protección entre ellos. A lo cual el ser humano debe anteponer cuando menos la tolerancia, la cooperación entre individuos, y no sólo lanzar culpas sobre los demás, ya que es la actitud más cómoda y vulgar de la que podamos hacer uso.

Vivir no es sólo comer y respirar, hay mayores males en creer que cuando nos llegue la lotería seremos felices, pero comprobado está que tener un dinero de más o mucho capital no aporta una garantía de felicidad. Mejoremos nuestro ambiente interno, pues hemos conocido gente adinerada y sumamente problematizada, al igual que gente humilde, sencilla y con una elevada felicidad interna.

Nadie descubrirá el hilo negro y la rueda a estas alturas, pero en tiempos de crisis las adicciones se elevan de forma muy notoria; el alcoholismo se dispara y las demás adicciones le acompañan. He visto que de buena fe el gobierno federal viene activando en redes la estrategia nacional de lectura, en la cual se infunden valores humanos, historia, anécdotas u otros tópicos de interés general para la población; sin lugar a dudas es un avance digno de resaltar.

Hemos llegado a la encrucijada sanitaria y a la expectativa, por no decir especulación electoral, en la cual todo se vale menos perder, y aquí en Xalapa vemos la tremenda batalla que se percibe como una alta vocación de servicio y apoyo a la ciudadanía, para su crecimiento, desarrollo y armonía. Pero sin ser sarcástico o irónico, el voto se dará en pago y reflejo de lo que cada elector perciba de la realidad y de los personajes que participarán por los puestos de elección popular. Por lo demás, nosotros vivamos y no hay que aflijirse de más; ni te aflijas ni te aflojes, esa es la consigna que sugiero.

Vivir no es sólo comer y respirar, hay mayores males en creer que cuando nos llegue la lotería seremos felices, pero comprobado está que tener un dinero de más o mucho capital no aporta una garantía de felicidad.