/ martes 24 de septiembre de 2019

La vejez arrebata lo heredado, pero da lo merecido

El envejecimiento es un evento natural de todo ser vivo, pero no es aceptada por los seres humanos en general. Muchas personas hacen lo indecible por disimular arrugas o cubrir calvicies, todo es inútil, la edad es evidente hágase lo que se haga.

El envejecimiento es un proceso multifactorial de la última etapa del ciclo vital y se caracteriza por la disminución progresiva de la capacidad funcional en todos los tejidos. (Encyclopedia of Human Evolution. Cambridge University Press 1995). Desde el inicio de los estudios de Biología Molecular por el profesor Warren Weaver, jefe científico de la Fundación Rockefeller en 1938, hasta la actualidad, se ha avanzado en el conocimiento de los trastornos moleculares causados por la edad.

El envejecimiento no es enfermedad, sino deterioro progresivo de la integridad orgánica y plenitud funcional que se perfeccionan a partir del nacimiento, pero a la vez inician su deterioro, que se intensifica por enfermedades y hábitos insanos.

Los cromosomas (del griego chromo; color y soma; cuerpo) son las estructuras organizadas, formadas por cadenas largas de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) y proteínas, que contiene la mayor parte de la información genética de cada individuo, en cada uno de sus segmentos, llamados genes. Cada cromosoma tiene forma de X y en cada uno de sus cuatro extremos se ubican los telómeros, estructuras ricas en ADN, encargados de mantener integridad, capacidad de multiplicación y estabilidad estructural del cromosoma.

Con el paso del tiempo el organismo sufre embates patológicos o recibe sustancias tóxicas que afectan los telómeros, la longitud de éstos se acorta y ello es evidencia molecular de agotamiento de la longevidad del organismo al que pertenecen y hay en el organismo humano una enzima llamada Telomerasa, es una ribo nucleoproteína que estimula la adición de segmentos de ADN a los telómeros, aumentando su longitud, favoreciendo la replicación de células, potencialmente infinita, prolongando la vida del organismo portador de esos cromosomas, esta enzima fue descubierta y aislada por Elizabeth Blackburn en 1985, Premio Nobel de medicina, 2009.

El mantenimiento de longitud de los Telómeros cromosómicos es un factor directamente relacionado con la longevidad. Esto da la impresión de que es el principio del hallazgo de la Fuente de la Eterna Juventud, sin embrago, como han demostrado diversos investigadores, la prolongación de la vida celular más allá de sus límites biológicos, propiciará la formación de células inmortales, causantes de tumores malignos.

Diversos investigadores han afirmado que los telómeros se mantienen con una longitud estable, aunque no experimenten un alargamiento sustancial, mediante hábitos higiénico y dietéticos saludables como mantener el peso ideal, combatir el sedentarismo, tomar cantidades sustanciales de Vitaminas B, C, D y Folatos, evitar estimulantes. Como todo en la naturaleza, la juventud y la vida tienen un destino inevitable, su final.

La juventud eterna es una utopía insalvable e intentar ocultar los años vividos es inútil, la más loable de las dignidades es aceptar la edad que llevamos encima, con salud, orgullo, gallardía y la convicción de seguir haciendo las cosas bien y con honestidad. Mentirnos ante el incorruptible espejo es buscar la fuente de la juventud e intentar doblegar a la biología, modulada por las fuerzas naturales del universo.

La vejez arrebata lo heredado, pero da lo merecido. (Gerald Brenan, británico 1894-1987)

hsilva_mendoza@hotmail.com

El envejecimiento es un evento natural de todo ser vivo, pero no es aceptada por los seres humanos en general. Muchas personas hacen lo indecible por disimular arrugas o cubrir calvicies, todo es inútil, la edad es evidente hágase lo que se haga.

El envejecimiento es un proceso multifactorial de la última etapa del ciclo vital y se caracteriza por la disminución progresiva de la capacidad funcional en todos los tejidos. (Encyclopedia of Human Evolution. Cambridge University Press 1995). Desde el inicio de los estudios de Biología Molecular por el profesor Warren Weaver, jefe científico de la Fundación Rockefeller en 1938, hasta la actualidad, se ha avanzado en el conocimiento de los trastornos moleculares causados por la edad.

El envejecimiento no es enfermedad, sino deterioro progresivo de la integridad orgánica y plenitud funcional que se perfeccionan a partir del nacimiento, pero a la vez inician su deterioro, que se intensifica por enfermedades y hábitos insanos.

Los cromosomas (del griego chromo; color y soma; cuerpo) son las estructuras organizadas, formadas por cadenas largas de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) y proteínas, que contiene la mayor parte de la información genética de cada individuo, en cada uno de sus segmentos, llamados genes. Cada cromosoma tiene forma de X y en cada uno de sus cuatro extremos se ubican los telómeros, estructuras ricas en ADN, encargados de mantener integridad, capacidad de multiplicación y estabilidad estructural del cromosoma.

Con el paso del tiempo el organismo sufre embates patológicos o recibe sustancias tóxicas que afectan los telómeros, la longitud de éstos se acorta y ello es evidencia molecular de agotamiento de la longevidad del organismo al que pertenecen y hay en el organismo humano una enzima llamada Telomerasa, es una ribo nucleoproteína que estimula la adición de segmentos de ADN a los telómeros, aumentando su longitud, favoreciendo la replicación de células, potencialmente infinita, prolongando la vida del organismo portador de esos cromosomas, esta enzima fue descubierta y aislada por Elizabeth Blackburn en 1985, Premio Nobel de medicina, 2009.

El mantenimiento de longitud de los Telómeros cromosómicos es un factor directamente relacionado con la longevidad. Esto da la impresión de que es el principio del hallazgo de la Fuente de la Eterna Juventud, sin embrago, como han demostrado diversos investigadores, la prolongación de la vida celular más allá de sus límites biológicos, propiciará la formación de células inmortales, causantes de tumores malignos.

Diversos investigadores han afirmado que los telómeros se mantienen con una longitud estable, aunque no experimenten un alargamiento sustancial, mediante hábitos higiénico y dietéticos saludables como mantener el peso ideal, combatir el sedentarismo, tomar cantidades sustanciales de Vitaminas B, C, D y Folatos, evitar estimulantes. Como todo en la naturaleza, la juventud y la vida tienen un destino inevitable, su final.

La juventud eterna es una utopía insalvable e intentar ocultar los años vividos es inútil, la más loable de las dignidades es aceptar la edad que llevamos encima, con salud, orgullo, gallardía y la convicción de seguir haciendo las cosas bien y con honestidad. Mentirnos ante el incorruptible espejo es buscar la fuente de la juventud e intentar doblegar a la biología, modulada por las fuerzas naturales del universo.

La vejez arrebata lo heredado, pero da lo merecido. (Gerald Brenan, británico 1894-1987)

hsilva_mendoza@hotmail.com