Veracruz, Ver.- Mientras conduce su taxi por las calles de Veracruz, don Enrique Paz Meza ofrece unos bonitos lápices con personajes de cuentos que su esposa elabora artesanalmente, ambos buscan contribuir con el sustento del hogar.
Desde hace más de 35 años que conduce un taxi, empezó en el entonces llamado Distrito Federal donde recuerda que los asaltos eran el pan de cada día. Sin embargo, por problemas de salud de su esposa, se mudó a Veracruz donde radica desde hace 20 años.
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Llegando a la ciudad empezó a trabajar como operador de grúas pero su experiencia manejando hizo que regresara al oficio de taxista, donde asegura que en Veracruz todo es mucho más fácil, la inseguridad es menor.
¿Cómo son los lápices que ofrece Enrique Paz en su taxi?
Se caracteriza por manejar lento, pero seguro, en el camino le gusta conversar con sus pasajeros y cuando vienen acompañados por niños les ofrece unos bonitos lápices por 25 pesos con la promesa de que los ayudará a mejorar su letra.
“El oficio de taxista ahí va, no se gana mucho, pero es seguro, hay días en que nos va mejor que otros pero ahora también mi esposa empezó a hacer muñequitos de foami y se los pone a los lápiz, no tiene negocio o establecimiento más bien los hace y yo los ofrezco aquí en el taxi, entre el pasaje, nos vamos ayudando con los gastos”, expresa.
Su esposa elabora 22 figuras, es decir 22 personajes que van desde el hombre araña, el chavo del 8 y otros que son del agrado de los niños, pues de inmediato que se suben al taxi ven el producto y piden a sus padres o por quien vayan acompañados que se los compren.
Asegura que disfruta de trabajar en el taxi, es una actividad sencilla aún con los riesgos que a veces se corre, pero también tiene sus privilegios, pues es dueño de su tiempo.
“Me falta un mes para terminar de pagar el taxi, estoy feliz porque me gusta el trabajo, no ando corriendo, soy muy precavido y gracias a Dios que no he tenido accidentes, como le digo yo trabajé el taxi en lo que era el DF y ahí si estaba peligroso, acá es más tranquilo y con la venta de los lápices mi esposa se ayuda y se entretiene también elaborándolos”, puntualiza.