Todos los domingos a las 12:00 horas, alrededor de 50 personas se reúnen en la calle Rafael Valenzuela Número 36 de la colonia Rafael Lucio para vivir la eucaristía dentro de la Iglesia Episcopal “Misión San Pablo” en la que aseguran no se “apaga” el cerebro de nadie y hay libertad de creer y, si es necesario, juzgar y cuestionar.
El clérigo Éric Cruz Hernández Morales explicó que en esa congregación se acepta a todas las personas, sin importar sexo o género y por lo que incluso han realizado dos bodas de personas del mismo sexo y asisten personas transexuales.
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“Nuestro principal mandamiento es amar a todos por igual y cuando decimos a todos, es a todos, pero también con los ojos de Cristo, Jesús dijo ámense los unos a los otros como yo los he amado, entonces no es solamente decir, voy a querer o aceptar a los demás, no. Las personas no quieren una aceptación a la ligera, quieren una aceptación total y donde no la discriminen por nada”.
Así, explicó que, así como puede ir una persona totalmente tatuada, lo puede hacer una persona transgénero y sentirse feliz porque todos son aceptados. Después de cada eucaristía, los fieles tienen una convivencia donde siempre tienen algo que compartir.
¿Qué es la iglesia episcopal?
La Iglesia Episcopal en México es un movimiento eclesial nuevo que no supera los seis años, y sus clérigos vienen de la iglesia católica romana o de la iglesia anglicana de México, explicó.
El presbítero Éric Cruz Hernández Morales dijo que se trata de un grupo de sacerdotes y un obispo, con opción de ser célibes o casados, que tienen experiencia como clérigos, pero que iniciaron este nuevo modelo por la apertura hacia todas las personas que integran el país.
Recordó que es en los últimos seis meses donde se ha congregado el mayor número de clérigos e incluso se tuvo la consagración de su primer obispo en Mérida el 11 de diciembre del año pasado, además de que antes se había tenido ya la ordenación de dos diáconos y dos presbíteros, por lo que actualmente son siete clérigos y está en puerta el octavo.
“Ahorita estamos en la zona sureste de México, nuestro obispo está en Mérida Yucatán, ahí se cuenta actualmente con una parroquia y una misión organizada y está precisamente trabajando otro sacerdote con personas con discapacidad porque él tuvo unas complicaciones médicas y perdió sus piernas y en rehabilitación conoció un grupo de personas que están allí recibiendo rehabilitación y con ganas de tener un encuentro personal con Dios”.
El padre Éric tiene tres años trabajando y uno en la iglesia episcopal en el estado de Veracruz, cuyo templo en Xalapa es el único hasta el momento.
¿Cuáles son los pilares de la iglesia episcopal?
Detalló que los tres pilares de su iglesia son la tradición, la fe y la razón. Dentro de la tradición está la escrita y oral, como la Sagrada Escritura y algunos otros documentos; en la tradición oral, está todo aquello que se ha ido transmitiendo de generación en generación con tinte meramente cristiano y cuando se habla de razón, se refiere a todo aquello que va enfocado dentro de los avances científicos.
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“También nosotros lo vemos y lo interpretamos como un avance prácticamente de la humanidad y que Dios lo revela y cuando hablamos de fe, hablamos de que tanto la fe como la razón deben ir compaginadas, porque hay cosas que mi razón me dice que son imposibles de creer y entonces entra de mi deliberación personal el creerlo o no creerlo, en esta iglesia no apagamos tu cerebro, te damos la libertad de creer y si es necesario juzgar, si es necesario preguntar, cuestionar, tienes toda la libertad de hacerlo”.
Aclaró que los integrantes de esa iglesia son católicos, pues cuando se habla de la iglesia católica se habla no tan solo del rito romano, pues hay infinidad de ellos, y dentro del catolicismo se entienden y reconocen las tres grandes tradiciones: la romana con todos sus ritos, la ortodoxa con todos sus ritos y la tradición anglicana episcopal con los suyos.
“Nosotros pertenecemos dentro del rito de la iglesia anglicana episcopal, nosotros al tener esa tradición nos consideramos católicos, respetamos los tres grandes credos: el credo Niceno Constantinopolitano, el Credo de los Apóstoles y de San Atanasio, si tu alguna vez por "x" o "y" encuentras el credo de San Atanasio, ahí te dice qué cosas debes creer para considerarte católico o estar dentro de la fe católica, nosotros cumplimos todas esas y por lo tanto nos consideramos católicos; que las otras denominaciones religiosas como puede ser la iglesia de Roma no nos quiera considerar católicos ya entra dentro de sus perspectivas, para nosotros lo somos”.
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¿Qué piensan del matrimonio igualitario?
Para la iglesia episcopal el matrimonio es una unión entre dos personas, y no ven sexo ni género, sino dos personas que se aman y que por lo tanto pueden enlazar su vida.
“Y también tenemos que entender que, dentro de las diferentes culturas, siempre han existido personas diversas y al existir personas dentro de la diversidad, nosotros también las acogemos como cristianos. Recurro a una frase que dijo Francisco, el papa de Roma, ‘Si dos personas se aman, quién soy yo para decirles que están mal´¨.
Así, remarcó que en su iglesia todas las personas son bienvenidas, tienen los mismos derechos y tienen las mismas obligaciones tanto como ciudadanos, como creyentes.
“Y yo no puedo negarle a una persona que asiste a mi congregación, que tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones, ‘sabes qué, no te puedo casar’, no, se aman, están libres, tienen también la decisión de formar un matrimonio, aunque a algunos no les guste la palabra matrimonio cuando se habla de personas del mismo sexo y se comprometen a vivir con fidelidad, en amor, en confianza, compartiendo vida, compartiendo esperanzas, ilusiones y todo, nosotros lo único que hacemos en sellar el compromiso que ellos ya tuvieron”.
A la fecha, han realizado dos matrimonios igualitarios y están por realizar el tercero en la congregación que está por cumplir un año el próximo 1 de mayo.
Aunque al inicio eran ochos personas, incluyendo su esposa e hijo al día de hoy hay una asistencia promedio de 30 a 50 personas cada ocho días por lo que si sigue el crecimiento se podrían hacer dos eucaristías los domingos.
Entre semana, se tiene una Escuela de Tareas con una cuota de recuperación para el maestro, se dan clases de cocina los sábados para todas las personas que quieran asistir y no necesariamente para quienes vayan a la iglesia.
Aunado a ello, están impulsando el proyecto junto con la organización Orgullo Xalapa, para tener un comedor comunitario y así poder dar de comer por lo menos tres veces por semana a personas en situación de calle o a quien lo necesite, dado que en esta zona de la ciudad, son muchas las carencias.
“La iglesia no debe ser un museo de santos, debe ser un hospital de pecadores y ¿a qué vas al hospital?, a sanar y nosotros venimos como pecadores a sanarnos, a encontrarnos con ese Dios amoroso, bondadoso que es el mejor médico y con base en eso, nosotros vivir y seguir felices”.