/ martes 21 de enero de 2020

Asaltos en carreteras

Nunca antes un grupo empresarial, Transportistas de México, han puesto “el dedo en la llaga purulenta” a partir de la ola de violencia en Veracruz.

El lunes 13 de enero, 2020, publicaron un desplegado de media plana (Notiver) denunciando el robo de hasta cinco camiones por día en el corredor México-Veracruz, mientras, caray, el fin de semana el góber jarocho de AMLO paseaba sabroso fin de semana en Tamiahua.

Incluso, el grado de preocupación y quizá desesperación social de los transportistas se calibró de la siguiente manera:

Publicaron, por ejemplo, que “en el tramo carretera Tinaja-Tierra Blanca hemos sido azotados por una banda delictiva, encabezada por un tal Gerardo “N”, apodado “El gordo”, quien utiliza su domicilio en la ranchería El Fraile como centro de operaciones”.

Por eso, resulta inverosímil que los transportistas tengan ubicado el nombre del jefe malandro y el apodo y el rancho desde donde actúan, en tanto la secretaría de Seguridad Pública, SPP, en el limbo, viviendo, digamos, en gerundio, es decir, planeando lo que harán y vendiendo esperanzas a la población civil.

El desplegado es la peor exhibida al gobierno de Veracruz. No pueden. Están rebasados. No quieren. O estarían, digamos, cooptados.

El desplegado fue publicado el mismo día cuando, por ejemplo, trascendiera que en el tramo carretera Veracruz-Puebla, a la altura de La Tinaja-Córdoba, un grupo armado robó dieciséis vehículos de lujo.

A: los camioneros comían en un restaurante carretero y les cayeron los malandros.

B: se los llevaron a despoblado, en tanto descargaba n la nodriza.

C: huyeron con su cargamento y los dejaron libres bajo amenaza de proceder contra ellos si los delataban.

La vida, ni hablar, es así, en tiempo de los carteles y cartelitos y que cada vez se están reinventando, por ejemplo, ahora, con los llamados “Cortinazos” y que consiste en tumbar la pared de un negocio para el saqueo.

Inició en Coatzacoalcos donde han contabilizado unos veinticinco. Pasó a Minatitlán y el fin de semana terminó en Veracruz, en el Frac. Floresta, en una zapatería a la que tumbaron una pared y entraron para robar en medio de la noche.

El grupo empresarial de transportistas documenta otras fechorías atroces. “Las unidades que transportan alimentos, bebidas, medicamentos, combustible, misceláneos, ropa, zapatos y materiales de construcción e industrial son las que más buscan los delincuentes para su reventa en los mercados negros”.

Veracruz, en el descrédito nacional. Los carteles, los dueños de la vida pública y social y empresarial, día y noche.

El paraíso jarocho que fue primer lugar nacional en secuestros y feminicidios. Ahora, un nuevo boquete ha emergido a la superficie. Los asaltos en las carreteras.

Y desde luego, el coraje indignado y la preocupación del gremio transportista.

Más indicativo, porque en el ring ya se trepó el Grupo Empresarial de Transportistas (no de Veracruz) sino del País.

Y más, cuando en el desplegado se dirigen al presidente de la república y a los secretarios de Seguridad, Defensa Nacional y Marina y a la Guardia Nacional.

Derecho, derechito, a las grandes ligas.

Se refieren, claro, al gobierno de Veracruz, pero quizá y ante tanta desventura carretera, como la mano izquierda diplomática y hábil “para no dejar”.

En el tramo de La Tinaja-Tierra Blanca, “una banda delictiva encabezada por un tal Gerardo “N” los azota”.

Pero en cada carretera de Veracruz de norte a sur y de este a oeste, una entidad geográfica más grande que Honduras, Nicaragua, Guatemala y Salvador, hay muchas otras bandas, dueñas de su parcela.

Nunca antes un grupo empresarial, Transportistas de México, han puesto “el dedo en la llaga purulenta” a partir de la ola de violencia en Veracruz.

El lunes 13 de enero, 2020, publicaron un desplegado de media plana (Notiver) denunciando el robo de hasta cinco camiones por día en el corredor México-Veracruz, mientras, caray, el fin de semana el góber jarocho de AMLO paseaba sabroso fin de semana en Tamiahua.

Incluso, el grado de preocupación y quizá desesperación social de los transportistas se calibró de la siguiente manera:

Publicaron, por ejemplo, que “en el tramo carretera Tinaja-Tierra Blanca hemos sido azotados por una banda delictiva, encabezada por un tal Gerardo “N”, apodado “El gordo”, quien utiliza su domicilio en la ranchería El Fraile como centro de operaciones”.

Por eso, resulta inverosímil que los transportistas tengan ubicado el nombre del jefe malandro y el apodo y el rancho desde donde actúan, en tanto la secretaría de Seguridad Pública, SPP, en el limbo, viviendo, digamos, en gerundio, es decir, planeando lo que harán y vendiendo esperanzas a la población civil.

El desplegado es la peor exhibida al gobierno de Veracruz. No pueden. Están rebasados. No quieren. O estarían, digamos, cooptados.

El desplegado fue publicado el mismo día cuando, por ejemplo, trascendiera que en el tramo carretera Veracruz-Puebla, a la altura de La Tinaja-Córdoba, un grupo armado robó dieciséis vehículos de lujo.

A: los camioneros comían en un restaurante carretero y les cayeron los malandros.

B: se los llevaron a despoblado, en tanto descargaba n la nodriza.

C: huyeron con su cargamento y los dejaron libres bajo amenaza de proceder contra ellos si los delataban.

La vida, ni hablar, es así, en tiempo de los carteles y cartelitos y que cada vez se están reinventando, por ejemplo, ahora, con los llamados “Cortinazos” y que consiste en tumbar la pared de un negocio para el saqueo.

Inició en Coatzacoalcos donde han contabilizado unos veinticinco. Pasó a Minatitlán y el fin de semana terminó en Veracruz, en el Frac. Floresta, en una zapatería a la que tumbaron una pared y entraron para robar en medio de la noche.

El grupo empresarial de transportistas documenta otras fechorías atroces. “Las unidades que transportan alimentos, bebidas, medicamentos, combustible, misceláneos, ropa, zapatos y materiales de construcción e industrial son las que más buscan los delincuentes para su reventa en los mercados negros”.

Veracruz, en el descrédito nacional. Los carteles, los dueños de la vida pública y social y empresarial, día y noche.

El paraíso jarocho que fue primer lugar nacional en secuestros y feminicidios. Ahora, un nuevo boquete ha emergido a la superficie. Los asaltos en las carreteras.

Y desde luego, el coraje indignado y la preocupación del gremio transportista.

Más indicativo, porque en el ring ya se trepó el Grupo Empresarial de Transportistas (no de Veracruz) sino del País.

Y más, cuando en el desplegado se dirigen al presidente de la república y a los secretarios de Seguridad, Defensa Nacional y Marina y a la Guardia Nacional.

Derecho, derechito, a las grandes ligas.

Se refieren, claro, al gobierno de Veracruz, pero quizá y ante tanta desventura carretera, como la mano izquierda diplomática y hábil “para no dejar”.

En el tramo de La Tinaja-Tierra Blanca, “una banda delictiva encabezada por un tal Gerardo “N” los azota”.

Pero en cada carretera de Veracruz de norte a sur y de este a oeste, una entidad geográfica más grande que Honduras, Nicaragua, Guatemala y Salvador, hay muchas otras bandas, dueñas de su parcela.

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