/ jueves 30 de julio de 2020

Cultura, desarrollo y prospectiva

Asentamos nuestras bases sociales en un bagaje cultural, sea excelente o simple cultura basura. De ello depende tanto el presente como el futuro.

Todos crecimos bajo la influencia de un núcleo familiar, social, en un entorno en ocasiones agreste y con diversos valores tradicionalistas o liberadores, impulsores de una modernidad que ahora se le mal entiende. Vamos demostrando nuestra cultura en la calamidad actual, la pandemia, vemos la desobediencia civil, la insolvencia moral no corregida en algunos sectores poblacionales y aun así se persiste en desestimar la seguridad sanitaria de todos.

México no será en corto plazo lo deseado, ante afirmaciones como “el que no transa no avanza”, “un político pobre es un pobre político”, entre otras. El gran ídolo de barro se formó en las entrañas del mestizaje sojuzgador y amplificador del saqueo de la patria. Por ello el mayor delito cometido se le llama traición a la patria. Así la conjugación de diversos factores nos arroja una prospectiva al mediano plazo, en cuanto a las expectativas de desarrollo y expansión de los conglomerados sociales.

Sin poder terminar el último censo de población, se sabe que somos 130 millones de mexicanos, pero hay otro margen que cambiaría todo: llegar a ser más de 160 millones de habitantes, lo que detonaría otro tipo de sistema, en lo general, quizá hasta una suprema dictadura, con el fundamento de ahorrar al quitar la democracia y así poder controlar verticalmente a un pueblo poco o nada disciplinado en algunos de sus segmentos.

Víctor Hugo —el famoso escritor—, siendo diputado, afirmó en pleno parlamento que veía venir la unidad de los países europeos en un solo bloque, lo cual suscitó burlas, rechiflas y demás. Tal bloque hoy resulta ser una consolidada realidad en Europa, siendo Ángela Merkel, de Alemania, el ejemplo vivo de tales reconversiones y/o prospectivas.

Aquí en México nuestras raíces calan muy profundo en nuestra psicología social y, en lo general, en las formas de comportamientos sociales y estilos de gobierno que hemos tenido desde la antigua Tenochtitlan. Un pueblo avasallado, al cual se le trata en calidad de bárbaro, una colonia española a saquear, creando así las primeras grandes fugas de capital. Siendo tipo y figura de lo que actualmente sucede con otros métodos.

El futuro es ahora, el presente un tesoro y el pasado un referente crítico, cronológico y anecdótico, para no caer en los mismos yerros del ayer.

Asentamos nuestras bases sociales en un bagaje cultural, sea excelente o simple cultura basura. De ello depende tanto el presente como el futuro.

Todos crecimos bajo la influencia de un núcleo familiar, social, en un entorno en ocasiones agreste y con diversos valores tradicionalistas o liberadores, impulsores de una modernidad que ahora se le mal entiende. Vamos demostrando nuestra cultura en la calamidad actual, la pandemia, vemos la desobediencia civil, la insolvencia moral no corregida en algunos sectores poblacionales y aun así se persiste en desestimar la seguridad sanitaria de todos.

México no será en corto plazo lo deseado, ante afirmaciones como “el que no transa no avanza”, “un político pobre es un pobre político”, entre otras. El gran ídolo de barro se formó en las entrañas del mestizaje sojuzgador y amplificador del saqueo de la patria. Por ello el mayor delito cometido se le llama traición a la patria. Así la conjugación de diversos factores nos arroja una prospectiva al mediano plazo, en cuanto a las expectativas de desarrollo y expansión de los conglomerados sociales.

Sin poder terminar el último censo de población, se sabe que somos 130 millones de mexicanos, pero hay otro margen que cambiaría todo: llegar a ser más de 160 millones de habitantes, lo que detonaría otro tipo de sistema, en lo general, quizá hasta una suprema dictadura, con el fundamento de ahorrar al quitar la democracia y así poder controlar verticalmente a un pueblo poco o nada disciplinado en algunos de sus segmentos.

Víctor Hugo —el famoso escritor—, siendo diputado, afirmó en pleno parlamento que veía venir la unidad de los países europeos en un solo bloque, lo cual suscitó burlas, rechiflas y demás. Tal bloque hoy resulta ser una consolidada realidad en Europa, siendo Ángela Merkel, de Alemania, el ejemplo vivo de tales reconversiones y/o prospectivas.

Aquí en México nuestras raíces calan muy profundo en nuestra psicología social y, en lo general, en las formas de comportamientos sociales y estilos de gobierno que hemos tenido desde la antigua Tenochtitlan. Un pueblo avasallado, al cual se le trata en calidad de bárbaro, una colonia española a saquear, creando así las primeras grandes fugas de capital. Siendo tipo y figura de lo que actualmente sucede con otros métodos.

El futuro es ahora, el presente un tesoro y el pasado un referente crítico, cronológico y anecdótico, para no caer en los mismos yerros del ayer.