/ viernes 3 de diciembre de 2021

Dios se revela en el tiempo

Dios ha sido quien ha tenido la iniciativa de revelarse a los hombres. ¿Qué hubiera pasado si después de crear el mundo Dios hubiera permanecido oculto?, si en lugar de bajar a dialogar con su creatura, de estar en el mundo vivificándolo todo, simplemente no hubiera pronunciado palabra alguna.

Cómo sería el mundo sin Dios. Sin embargo, Dios ha querido comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por Él, para que, por medio de su comunicación hiciera hijos adoptivos, hijos en el Hijo. La Revelación entonces, es voluntad de Dios.

El que lo conoce todo ha querido revelarse en categorías sencillas, fáciles de entender. Así se revela la compasión que Dios tiene, en que habla no en categorías complejas de comprender, sino en términos que nosotros podemos comprender perfectamente. De esta manera, Dios se revela con una insondable pedagogía divina, mediante acciones y palabras íntimamente ligadas entre sí, y que se complementan una con la otra, y que se esclarecen una con la otra. Una revelación que tiene un comienzo y alcanza su culmen definitivo en Jesucristo, la máxima expresión de la Revelación de Dios, el Padre bueno y misericordioso.

Habla de muchas maneras, la creación misma es testimonio de la grandeza y generosidad de Dios, el Padre providente que todo lo conserva con amor. Incluso, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, Dios nos da un testimonio perenne de sí en todas las cosas creadas. Así pues, Él ha roto el silencio desde el principio manifestándose a nuestros primeros padres, de manera personal, directa, sin intermediarios, ¡vaya grandeza de Dios!, al manifestarse a ellos los ha invitado a una comunión más íntima con Él. Se manifiesta en la creación, habló a nuestros primeros padres, a Noé, Abraham, a los patriarcas y profetas, a Israel su pueblo. Y en estos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo Jesús, palabra única, perfecta e insuperable del Padre. Dios se ha revelado por amor, definitivamente ha sido esa la intención fundamental de su Palabra, ha hablado de amor y porque ama. De ese modo Dios da una respuesta definitiva y sobreabundante de las cuestiones que los hombres nos vamos planteando a lo largo de nuestra vida. Dios lo ha dicho todo en su Hijo Jesús, así pues, por la amistad con Cristo, a través de una relación espiritual con Él, se puede descubrir y sentir el amor que Dios tiene y encontrar la respuesta a los grandes misterios que nos inquietan.

Dios ha sido quien ha tenido la iniciativa de revelarse a los hombres. ¿Qué hubiera pasado si después de crear el mundo Dios hubiera permanecido oculto?, si en lugar de bajar a dialogar con su creatura, de estar en el mundo vivificándolo todo, simplemente no hubiera pronunciado palabra alguna.

Cómo sería el mundo sin Dios. Sin embargo, Dios ha querido comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por Él, para que, por medio de su comunicación hiciera hijos adoptivos, hijos en el Hijo. La Revelación entonces, es voluntad de Dios.

El que lo conoce todo ha querido revelarse en categorías sencillas, fáciles de entender. Así se revela la compasión que Dios tiene, en que habla no en categorías complejas de comprender, sino en términos que nosotros podemos comprender perfectamente. De esta manera, Dios se revela con una insondable pedagogía divina, mediante acciones y palabras íntimamente ligadas entre sí, y que se complementan una con la otra, y que se esclarecen una con la otra. Una revelación que tiene un comienzo y alcanza su culmen definitivo en Jesucristo, la máxima expresión de la Revelación de Dios, el Padre bueno y misericordioso.

Habla de muchas maneras, la creación misma es testimonio de la grandeza y generosidad de Dios, el Padre providente que todo lo conserva con amor. Incluso, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, Dios nos da un testimonio perenne de sí en todas las cosas creadas. Así pues, Él ha roto el silencio desde el principio manifestándose a nuestros primeros padres, de manera personal, directa, sin intermediarios, ¡vaya grandeza de Dios!, al manifestarse a ellos los ha invitado a una comunión más íntima con Él. Se manifiesta en la creación, habló a nuestros primeros padres, a Noé, Abraham, a los patriarcas y profetas, a Israel su pueblo. Y en estos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo Jesús, palabra única, perfecta e insuperable del Padre. Dios se ha revelado por amor, definitivamente ha sido esa la intención fundamental de su Palabra, ha hablado de amor y porque ama. De ese modo Dios da una respuesta definitiva y sobreabundante de las cuestiones que los hombres nos vamos planteando a lo largo de nuestra vida. Dios lo ha dicho todo en su Hijo Jesús, así pues, por la amistad con Cristo, a través de una relación espiritual con Él, se puede descubrir y sentir el amor que Dios tiene y encontrar la respuesta a los grandes misterios que nos inquietan.