/ jueves 23 de enero de 2020

Hora de revisar REVOE a 240 universidades

De acuerdo con la estadística oficial, hay en Veracruz 240 universidades privadas. La mayor parte, ofreciendo las carreras tradicionales, saturadas en el mercado regional: leyes, contaduría, medicinas, una que otra ingeniería y comunicación.

La mayoría de éstas universidades, por desgracia, “patitos”, con RVOE, incluso, que en el trascendido de la cancha educativa se afirma fueron otorgados con billetito de por medio.

Está claro que la mayor parte de los, digamos, magnates de la educación son unos mercaderes de la educación que consideran la enseñanza superior como un negocio.

Pero ahora cuando estamos en la 4T y para estar a tono la Secretaría de Educación Pública y de Educación de Veracruz bien podrían revisar con microscopio los RVOE de cada una de las 240 universidades privadas y “apretar las tuercas”.

La estafa a los estudiantes y padres de familia es descomunal. Y si de por sí hay baja calidad en las universidades públicas, con más razón en las particulares.

De ahí la fama pública, nunca desmentida, que las instituciones de educación superior son una fábrica de desempleados y subempleados con salarios de hambre.

Fuera de la realidad económica

Hay universidades con nombres insólitos y que por sí solas se evidencian. Por ejemplo, la Universidad Quetzalcóatl, o Jesús Reyes Heroles, o Emiliano Zapata o Pancho Villa, o Benito Juárez o Francisco Ignacio Madero, ubicadas en el territorio estatal.

Y aun cuando para muchos padres de familia e hijos constituye un honor colgar el título en la sala de la casa, la realidad es adversa, dura, difícil, pues el hijo anda sin empleo. Y en todo caso, percibiendo un sueldo denigrante.

Resulta inverosímil que desde hace varios sexenios sea cacareado que las carreras de Leyes, Contaduría, Ingeniería, Medicinas y Comunicación están saturadas y todavía siguen abriendo más carreras.

Y desde luego, operando las universidades que las ofrecen.

La SEP y la SEV, y hasta la UNAM que tiene incorporadas a muchas, debieran “ponerse las pilas” y revisar los programas de estudio con la realidad, y ni modo, cerrar.

Bastaría referir que en Veracruz hay unas 22 facultades de Comunicación cuando cada vez están cerrando más periódicos y noticieros de radio y televisión y quedándose, otras, con el mínimo de empleados.

Holding exitoso

Insólito: muchas universidades privadas se están expandiendo. Y/o se han consolidado.

Por ejemplo, empezaron con la escuela primaria y siguieron con el kínder y después con la secundaria y el bachillerato y ahora tienen sus instituciones de educación superior.

Pero más, mucho más exitosos los dueños de las escuelas privadas porque alumnos siempre existirán y en un mundo tan competido tener el título universitario pudiera significar una ventaja laboral y que no siempre.

La realidad es que están consideradas universidades patito, y patito desde la calidad profesional del cuerpo académico, a quienes, además, pagan sueldos miserables.

Y lo peor, en cada nuevo semestre los contratan de nuevo para evitar la antigüedad, pero si pueden, los propietarios contratan a nuevos profesores, en ningún momento porque sean mejores, sino porque les pagan un salario menor.

Y si los dueños pueden, sin las prestaciones sociales, económicas y médicas establecidas en la Ley Federal del Trabajo.

La educación universitaria (también la enseñanza básica) es un negocio cerrado para los dueños con el beneplácito de la SEP y la SEV, sin ninguna esperanza de que las circunstancias cambien en el sexenio de la 4T.

Bastaría referir que las Universidades AMLO están ofreciendo carreras en solo tres años con todo y que son carreras técnicas, como por ejemplo, Ingeniería Petrolera, que exige por antonomasia la mejor calidad profesional.

De acuerdo con la estadística oficial, hay en Veracruz 240 universidades privadas. La mayor parte, ofreciendo las carreras tradicionales, saturadas en el mercado regional: leyes, contaduría, medicinas, una que otra ingeniería y comunicación.

La mayoría de éstas universidades, por desgracia, “patitos”, con RVOE, incluso, que en el trascendido de la cancha educativa se afirma fueron otorgados con billetito de por medio.

Está claro que la mayor parte de los, digamos, magnates de la educación son unos mercaderes de la educación que consideran la enseñanza superior como un negocio.

Pero ahora cuando estamos en la 4T y para estar a tono la Secretaría de Educación Pública y de Educación de Veracruz bien podrían revisar con microscopio los RVOE de cada una de las 240 universidades privadas y “apretar las tuercas”.

La estafa a los estudiantes y padres de familia es descomunal. Y si de por sí hay baja calidad en las universidades públicas, con más razón en las particulares.

De ahí la fama pública, nunca desmentida, que las instituciones de educación superior son una fábrica de desempleados y subempleados con salarios de hambre.

Fuera de la realidad económica

Hay universidades con nombres insólitos y que por sí solas se evidencian. Por ejemplo, la Universidad Quetzalcóatl, o Jesús Reyes Heroles, o Emiliano Zapata o Pancho Villa, o Benito Juárez o Francisco Ignacio Madero, ubicadas en el territorio estatal.

Y aun cuando para muchos padres de familia e hijos constituye un honor colgar el título en la sala de la casa, la realidad es adversa, dura, difícil, pues el hijo anda sin empleo. Y en todo caso, percibiendo un sueldo denigrante.

Resulta inverosímil que desde hace varios sexenios sea cacareado que las carreras de Leyes, Contaduría, Ingeniería, Medicinas y Comunicación están saturadas y todavía siguen abriendo más carreras.

Y desde luego, operando las universidades que las ofrecen.

La SEP y la SEV, y hasta la UNAM que tiene incorporadas a muchas, debieran “ponerse las pilas” y revisar los programas de estudio con la realidad, y ni modo, cerrar.

Bastaría referir que en Veracruz hay unas 22 facultades de Comunicación cuando cada vez están cerrando más periódicos y noticieros de radio y televisión y quedándose, otras, con el mínimo de empleados.

Holding exitoso

Insólito: muchas universidades privadas se están expandiendo. Y/o se han consolidado.

Por ejemplo, empezaron con la escuela primaria y siguieron con el kínder y después con la secundaria y el bachillerato y ahora tienen sus instituciones de educación superior.

Pero más, mucho más exitosos los dueños de las escuelas privadas porque alumnos siempre existirán y en un mundo tan competido tener el título universitario pudiera significar una ventaja laboral y que no siempre.

La realidad es que están consideradas universidades patito, y patito desde la calidad profesional del cuerpo académico, a quienes, además, pagan sueldos miserables.

Y lo peor, en cada nuevo semestre los contratan de nuevo para evitar la antigüedad, pero si pueden, los propietarios contratan a nuevos profesores, en ningún momento porque sean mejores, sino porque les pagan un salario menor.

Y si los dueños pueden, sin las prestaciones sociales, económicas y médicas establecidas en la Ley Federal del Trabajo.

La educación universitaria (también la enseñanza básica) es un negocio cerrado para los dueños con el beneplácito de la SEP y la SEV, sin ninguna esperanza de que las circunstancias cambien en el sexenio de la 4T.

Bastaría referir que las Universidades AMLO están ofreciendo carreras en solo tres años con todo y que son carreras técnicas, como por ejemplo, Ingeniería Petrolera, que exige por antonomasia la mejor calidad profesional.

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