UNO. Viñetas del poder
La vida en Veracruz puede calibrarse a partir de unas viñetas con un trío de mujeres protagonistas. Una, ascendiendo al poder. Otra, asesinada. Y otra, cambiando de piel ideológica y política.
El triángulo de la vida, diríamos. La vida con sus altas y bajas. La luz y la oscuridad en un pueblo. La gente VIP, la gente bonita, y la gente en el peor de los mundos.
DOS. Una parcela más del poder
Rebeca Quintanar fue nombrada directora del DIF, luego de la panista renunciada.
Rebeca Quintanar era coordinadora de Promoción de Valores Cívicos (ajá) de la secretaría General de Gobierno, donde el titular, el vicegobernador Éric Cisneros Burgos, le abrió la puerta del estrellato.
Y de paso, quedó con una parcela más del poder.
De sus méritos profesionales, nadie dudaría. Pero de que llegó al poder real a partir de un dedazo, otros le llamarían campanazo, de “El dos del palacio”, sin duda.
Y aun cuando la ex directora fue acusada del presunto desvío de 400 millones de pesos (Claudia Guerrero Martínez), al momento, ninguna precisión oficial.
TRES. Diputados camaleones
En los mismos días y horas, otra mujer cambió de piel política. Florencia Martínez Rivera es diputada local en la LXV Legislatura y cuando militaba en la bancada “Del lado correcto de la historia”, de pronto, se convenció de que MORENA podría estar 18 años en el poder según Porfirio Muñoz Ledo… y que pasa a la bancada guinda y marrón.
Y se fue... sin ningún reproche de conciencia.
Por eso, el diputado panista, Omar Miranda, aprovechó el ramalazo kafkiano y habló de los diputados camaleones.
CUATRO. Chica embarazada
Y mientras el par de políticas ocupa los titulares con luces y resplandores, otra mujer, menor de edad, y embarazada, fue asesinada.
Fue asesinada el domingo Día Internacional de la Mujer cuando estaba con sus familiares en la banqueta de su casa en Boca del Río tomando el fresco de la brisa marina del Golfo de México.
En la versión oficial apresurada soltaron la versión de que fue por robo para así caer en el delito de la delincuencia común en vez de un feminicidio.
CINCO. La felicidad y el dolor
Tres mujeres y tres viñetas de la vida política y social en un Veracruz estremecido por el oleaje de violencia y caminando a la purificación moral del obradorismo.
3 mujeres y 2 destinos. La gloria y el infierno. La felicidad y el dolor y el sufrimiento. El bien y el mal. Dios y Luzbel. Los liberales y los conservadores dijeran los chairos. Los enviados de Dios y los enviados del diablo.
Y “ahí la llevamos” como dijera el vicegobernador en materia de feminicidios.
SEIS. Impunidad te llamas
El trío de historias anteriores expresa la vida en un Veracruz donde 6 de cada 10 personas son mujeres. Y en donde 6 de los 8 millones de habitantes están en la pobreza y la miseria. Y en donde Veracruz ocupa el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales. Y en donde Veracruz también merece el primer lugar nacional con adolescentes embarazadas y en abortos.
El Veracruz de la desigualdad social y económica: doscientas familias son dueñas de más del sesenta por ciento de la riqueza estatal.
Unos cuantos, como Rebeca Quintanar, directora del DIF, y la diputada Florencia Martínez, en el mundo privilegiado del poder, y una mujer, María Elena, asesinada a los 16 años de edad y embarazada.
Y “veinte y las malas” que el crimen condenado a la impunidad.
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