Para el gobernador inicia la cuenta cero. Además, la cuenta hacia atrás. Hacia mediados del año 2021 con la elección de alcaldes y diputados locales y federales, su obra política, social, económica, educativa, de salud, seguridad y procuración de justicia, será evaluada en las urnas.
Si los candidatos de Morena ganan, señal de que ejerció bien el poder, trastupijes, chanchullos y operación política aparte.
Si pierde, entonces, la señal indiscutible de que entre el palacio de Xalapa y la población electoral estará levantado un muro, el muro del desencanto social.
En el handicap electoral, el góber y los suyos, con la elite partidista de Morena, elegirán a doscientos doce candidatos a presidentes municipales, más cincuenta candidatos a diputados locales, más los veinte, parece, a legisladores federales.
Todos, políticos para contender en la carrera electoral, suficientes para fortalecer, multiplicar, agigantar su poder.
Pero también, para quedar evidenciado. Una buena elección en cada caso que evite, sobre todo, las fisuras internas, propias, además, en los procesos comiciales de la historia.
El pastel será repartido entre el gobernador y el secretario General de Gobierno, quizá uno que otro secretario del gabinete legal, acaso uno que otro diputado local y federal, y la cúpula partidista de Morena.
Entre todos habrá de existir un líder moral, respetado y respetable, cuya palabra, hechos y acciones sumen en vez de privilegiar la discordia.
Solo así, Morena levantará, más allá de que los programas sociales de López Obrador, el Señor Presidente, estén pulidos para garantizar la posibilidad del triunfo en las urnas.
Será la primera prueba de fuego para el góber. Ganan o ganan. Un revés sería catastrófico para Cuitláhuac, con todo y las bendiciones, vitoreadas y levantadas de mano de López Obrador.
Por eso, quizá, su equipo estelar llevará una bitácora de los prospectos, suspirantes y aspirantes, cuyas vidas sean impecables con un liderazgo moral y social fuera de serie para avasallar en las urnas.
La cita de las urnas. La madre de todas las batallas a dirimirse en las urnas. La voluntad ciudadana expresándose en la boleta electoral.
De aquí pa’lante hay tiempo suficiente para reordenar el camino.
Veracruz, por ejemplo, un tiradero de cadáveres y un tiradero de impunidad.
Cientos, miles de padres de familia e hijos desempleados por tantas empresas, negocios, industrias, fábricas, comercios, changarros y plazas comerciales quebradas y cerradas.
Un mundo adverso. Nada impresiona tanto como los meseros pidiendo limosna en la vía pública. Y ni modo que los meseros como tampoco los familiares de los muertos por el oleaje de la violencia sufraguen por los candidatos de Morena.
El góber y su equipo se aplican, o entonces, y más allá de una conspiración que siente para derrocarlo, el 6 de julio del año 2021 será “la crónica de una derrota anunciada”.